Julián Assange y la importancia de vivir en un país libre y soberano [Australia; lecciones para Puerto Rico]

Política

(San Juan, 12:00 p.m.) La parte interesante de la libertad, sin condiciones, alcanzada en el día de ayer por el periodista Julián Assange, en el caso del extradición del gobierno de los EE.UU. contra él, por alegado espionaje, fue la participación al final del estado australiano.  El sale en libertad, luego de haberse declarado culpable de ciertos cargos y la juez federal de las islas Marianas, declarar tiempo cumplido por los cinco años en cárcel preventiva en el Reino Unido.

Dicho lo anterior, la importancia yace en el rol que cumplieron los grupos de apoyo a nivel internacional, los cuales todos y todas vieron una posibilidad  de llegar a la conclusión del día de ayer. Pero mucho cambió cuando en los pasados años el gobierno de Australia mostró algún interés en el caso.  Ante esto, desde comienzos de este año, el gobierno australiano ejercicio presión en el gobierno de los EE.UU. por explorar una solución negociada. Lo hizo en reclamo de los derechos de un ciudadano australiano, Julian Assange, a vivir dignamente en su país, ejerciendo su derecho a la libertad de prensa y expresión.

El caso de Assange nos retrotrae a la condición colonial de Puerto Rico.  La misma nos impide ser representado por un estado soberano, el cual ante situaciones similares a las vividas por Assange, nos limita a defender a los ciudadanos en problemas en el exterior.

Es momento de tomar idea del caso de Julian Assange, y convocar cada vez más a la lucha por la independencia para Puerto Rico. De forma que sus ciudadanos, hombres y mujeres de a pie, tengan un estado que los represente y defiende a nivel internacional. Pensemos.