Ingenuidad colonial [boricua]: Cero inmunidad a George W Bush por el asesinato de Filiberto Ojeda Ríos

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Un 23 de septiembre de 2005, en Plan Bonito, Hormigueros, Filiberto Ojeda Ríos, el líder independentista y comandante de las fuerzas revolucionarias del Ejército Popular Boricua – Macheteros, fue asesinado por un contingente especial del FBI.  Todo el mundo en la isla, se opuso a dicho asesinato.  Filiberto era un hombre mayor, que llevaba tiempo hablando, antes de su muerte,  sobre negociar una vía hacia la independencia de Puerto Rico con el colonizador, Washington.  No obstante, fue asesinado, pese a que ofreció entregarse, bajo la mediación del periodista Jesús Dávila.  Lo asesinaron.

El presidente de los EE.UU. era George W. Bush.  Se encontraba en su segundo mandato.  El era el comandante en jefe de las fuerzas de seguridad de los EE.UU. En última instancia él era el responsable último de autorizar dicho asesinato.  Bajo la decisión del caso de Trump v. USA, ayer finalmente se legalizó lo que era un dato de conocimiento público: los presidentes de los EE.UU. violan la ley.  No solo en la muerte de Filiberto sino en la invasión de Puerto Rico en el 1898, en la muerte por radiación de Pedro Albizu Campos, y en los 60 años  (1943 a 2003) de violación a la dignidad del pueblo de Puerto Rico y de Vieques.  

Por lo tanto es sorprendente, sobre todo viniendo de profesores de derecho constitucional, su sorpresa por la decisión de ayer de la Corte Suprema federal en el caso de Trump. Se trata de una ingenuidad colonial [boricua]. Ante esto, lo mínimo que se puede pedir es denunciar dicha sentencia a partir de la experiencia de los boricuas bajo el colonialismo americano.  No se trata de rectificar la decisión para garantizar más colonialismo.

La condición colonial es muy complicada. Nos convierte en subordinados a perpetuidad. Lo interesante es nuestra mente, que es donde se nutre el colonialismo, sobre todo cuando somos tan respetuosos con la condición colonial. Como mínimo, debemos de implosionar nuestra mente colonizada. Pensemos.