(San Juan, 1:00 p.m.) El gobernador de turno, Pedro Pierluisi por el Partido Nuevo Progresista (PNP) ha convocado al séptimo plebiscito no vinculante a celebrarse el día de las próximas elecciones generales, 5 de noviembre de 2024. Según la Orden Ejecutiva firmada en el día de ayer por el gobernador, se hará un plebiscito consulta para que la gente se exprese por la estadidad, independencia y la libre asociación. Ante la debacle administrativa del PNP en los pasados cuatro años, se impone un voto de castigo: votemos por la independencia.
En el último plebiscito realizado en día de elecciones [2020], motivado por el PNP, estos obtuvieron el 53% de los votos emitidos a favor de la estadidad. Ese por ciento viene decreciendo en los pasados plebiscitos, cuando en el 2016, obtuvieron el 97 por ciento de los votos. Por lo tanto, el PNP, todo indica que no está ejecutando como ellos pretenden, y se abre una oportunidad de castigarlos por ser pobres administradores públicos.
El castigo hay que traducirlo no votando en blanco en el plebiscito, sino votando por la independencia, como formula descolonizadora. Ante un plebiscito que no tiene ningún valor vinculante, expresar el castigo optando por la independencia, puede ser una solución interesante. Lo que uno no puede es asumir la propuesta del PNP de forma no critica ni estratégica. Ante la postura asumida por el candidatos del Partido Independentista Puertorriqueño en el día de ayer, de impugnar dicho plebiscito, la propuesta del pueblo debe ser organizarse para castigarlos.
Castigar al PNP, por vía de descarrilarles el plebiscito, puede ser la antesala para derrocarlos en las próximas elecciones generales. Si no salen airosos en el plebiscito, tampoco ganan las elecciones generales. Vamos, pues, a derrotarlos el próximo 5 de noviembre de 2024. Pensemos.