(San Juan, 1:00 p.m.) Trump, no es ni santo católico ni oricha de mi devoción. Es un político hiper activo que goza de mucho apoyo en los EE.UU. Es una persona que cree en un mundo pro el capital, de democracia limitada, y sobre todo, muy caudillista. Todos estos atributos me distancian de él.
Ahora bien, ayer, luego de haber sido acusado mediáticamente y de forma potencial ante los tribunales de justicia de su país, en el día de ayer fue exonerado de toda responsabilidad en el llamado “Caso Ruso”. El fiscal especial independiente, John Durham, en un informe de 300 páginas lo exoneró de toda responsabilidad, e implicó al FBI, la agencia policiaca de seguridad nacional en los EE.UU., de haber actuado indebidamente en este caso, bajo influencias indebidas.