Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Leyendo recientemente un artículo en Rebelión, encontramos la fábula de “la teoría del caballo muerto”. Aclaramos que el artículo en cuestión es sobre un debate que existe sobre la economía cubana y cuál debe ser su modelo, pero nos pareció pertinente para nuestro caso en particular. La teoría parte de un refrán atribuido a los indios Dakota de Estados Unidos que dice, “cuando descubres que estás montando un caballo muerto, la mejor estrategia es desmontarte”.

Nos pareció interesante por la similitud del caballo muerto y la colonia en Puerto Rico, ambos están muertos, pero hay gente que insisten que todo está bien y solo es cuestión de usar estrategias nuevas. Algunas de esas novedosas estrategias las vimos recientemente en Washington por la discusión sobre el “problema de estatus”. Otras planteadas desde aquí por los defensores de la colonia, han sido:

(San Juan, 1:00 p.m.) Se ha detenido el país.  Regresan los “niños estelares” a gobernarnos.  El nieto del fenecido gobernador Rafael Hernández Colón ha anunciado su intención a aspirar a la comisaría residente por el partido de origen, el Partido Popular Democrático (PPD).  Pablo José Hernández Rivera, el nieto, nos quiere gobernar.  El niño estelar ha hablado, pero junto a él, hay muchos que aspiran a lo mismo que él, administrar la colonia.

Así como Fernando Castro y Darío Constaín, integrantes de la banda los Niños Estelares, nos cantaron hace un rato que la dictadura científica acaba de empezar, Puerto Rico vive un momento donde la narrativa dominante que se impone, para aspirar a un proceso electoral exitoso, es hablar que uno debe ser un buen administrador colonial.  Desde Hernández Rivera hasta la izquierda progre, hay un montón de gente clamando que pueden administrar mejor la colonia. ¿En serio? Nos preguntamos de forma alternativa, entonces, ¿alguien quiere reclamar la independencia para Puerto Rico?

(San Juan, 9:00 a.m.) Hace unos días, legisladores del partido Movimiento Victoria Ciudadana, Rafael Bernabe (Senador) y Mariana Nogales (Representante) radicaron proyectos de ley en ambas cámaras para eliminar la práctica de mantener animales en cautiverio.  Esta legislación iría en contra del Zoológico Dr. Juan A. Rivero, sito en Mayagüez, así como la Reserva científica de la UPR Ciencias Médicas, Isla de Monos o Cayo Santiago, en Humacao; así como el mariposario de Casa Pueblo en Adjuntas.  La medida es simpática, pero problemática. La pregunta que uno le extiende a los políticos que creen en la independencia es ¿cómo se hace un país, libre y soberano, es decir independiente?

En este sentido, tanto el zoológico de Mayagüez, así como la isla de monos en Humacao o el mariposario de Casa Pueblo, son proyectos de gente que apuesta a que Puerto Rico puede tener sus propios proyectos nacionales, sin tener que pensar que sólo existen en la Florida, EE.UU.  El problema no es el cautiverio sino el cuido.  El problema es intentar desarrollar un país, o desmontar un país, y pensar que los grandes zoológicos solo existen en los EE.UU. o en África del Sur.

(San Juan, 9:00 a.m.) Leyendo en estos días varios artículos en publicaciones que a menudo leo para mantenerme atado por los pocos hilos que me quedan a la conversación que se sigue en la lucha por la independencia de Puerto Rico, me parece que existen unas esperanzas ancladas en la posibilidad de gobernar bien la colonia para luego irnos felices y prósperos hacia la independencia. Digo me quedan hilos porque creo que me estoy quedando solo, o muy solo. Creo estar tan solo porque me parece ser el único que, como en la obra “Esperando a Godot” de Samuel Beckett, ve a Didi y a Gogo cuando el chico les dice que Godot no vendrá hoy “pero mañana seguro que sí”. Godot es el buen gobierno en la colonia, Didi y Gogo, el pueblo y el chico el liderato independentista.

Como en una canción que canta Serrat titulada Caminito de la Obra, recuerdo unos versos que me parecen apropiados para describir lo que veo hoy en Puerto Rico. Los versos dicen, “Crecen de noche, y en el día se derrumban, los sueños que el olvido mece”. Ciertamente en la noche colonial se pueden tener sueños que al despertar vemos cómo se deshacen porque no estaban hechos con materiales de realidad. Lo peor es que esos sueños los hemos tenido antes y vuelven del olvido con caras de nuevos sueños.

(San Juan, 1:00 p.m.) El monopolio de las 17 unidades generatrices de energía en Puerto Rico pasará de ser público a privado con la privatización propuesta, un monopolio de características todavía peores que el controlado por el interés público del Estado.

Como parte del contrato de privatización de la fase generatriz energética —del que se han revelado pocos detalles— el consorcio privado al que se adjudicará el contrato será Genera PR.

(San Juan, 1:00 p.m.) Si algo le ha quedado al proyecto-estadidad del Partido Nuevo Progresista (PNP) es hipotecarnos como país, vinculando esto a la total anexión de la isla la federación de los EE.UU.  Es decir, mientras más fondos federales se conviertan en la forma de convivencia diaria de todas y todos nosotros, entonces más se imposibilita la independencia.  Ante esto, la respuesta no puede ser, administrar mejor dichos fondos, sino romper con la relación colonial. Esto solo se logra con la independencia plena de Puerto Rico.

En este sentido, comenzando a moverse todas las fuerzas sociales para el próximo evento electoral en el 2024, la derrota del PNP no puede estar ligada a que ellos son unos malos administradores y nosotros somos mejores.  Esta no puede ser la consigna.  La consigna debe estar vinculada a la independencia, llegar al poder político de la isla, para presentar un modelo de administración que nos conduzca a la independencia, no a la perfección de la colonia.

(San Juan, 1:00 p.m.) América Latina está en llamas. Hay movimiento en todos los países de la región, incluyendo el Caribe. Pero en Puerto Rico no nos hemos enterado. ¿Por qué? Todo indica que la estrategia del Partido Nuevo Progresistas (PNP) nos ha llevado a ser un asunto indiferente o aislado en la región latinoamericana de este continente. 

Todo indica que todo el mundo independentista y de la izquierda, salvo los movimientos feministas, han participado de esta lógica. Hoy Puerto Rico no es un asunto dentro de la agenda libertaria de América Latina y el Caribe.