Todo por el poder [nos recuerda Jennifer González]

Economia Solidaria

(San Juan, 9:00 a.m.) “Jennifer, en su día, tendrá que explicar mucho de lo que ha hecho. Una de sus “estrategias” es entretener, confundir y enajenar a quien tiene los conocimientos de manera que la pueda asesorar bien cuando se trata de algo que ella quiere hacer no importa qué. Cuando quiere algo lo consigue porque lo consigue” [Cucusa Hernández]. La Jennifer a la aluden estas palabras es la candidata a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista, la comisionada Jennifer González, y quien se expresó en estos términos sobre ella es su madrina y mentora, Zayda “Cucusa” Hernández en un libro que publicó en 2015.

A raíz de la aspiración a la gobernación de González, la expresidenta de la Cámara de Representantes pretendió suavizar lo que dijo, darle una mano amiga a quien vio crecer, tanto en el plano personal como en el político. Desgraciadamente es difícil echar para atrás lo que se publica, lo que permanece para la lectura de todos en blanco y negro. Cucusa conoce bien el monstruo que creó, a la niña trepadora que “estaba enferma, borracha de poder y presa de una soberbia nunca antes vista”[Cucusa Hernández]. Aunque jugaban en el mismo equipoy militaban en el mismo partido, Cucusa fue visionaria y se alejó de Jennifer al percatarse como su Frankenstine pisoteaba y manipulaba a las personas a su alrededor.

Fue así como la otrora empleada de la Autoridad de Energía Eléctrica logró subir peldaño a peldaño en la estructura política del PNP y del país hasta convertirse en la segunda mujer en presidir la Cámara de Representantes para luego llegar a ser comisionada residente. Obviamente, Jennifer quería más y puso el ojo en la gobernación y para eso dio un giro en su vida personal, se hizo una operación bariátrica para lucir más esbelta, se buscó un novio, se casó y hasta parió gemelos para convertirse en toda una señora respetable, convencional, digna de ocupar el primer puesto ejecutivo del país.

Y como ya había anticipado Cucusa, para alcanzar su objetivo no tuvo reparos en criticar hasta la saciedad el desgobierno de Pierluisi en la campaña primarista y tener la fuerza de cara de decir, una y otra vez, que ella no era parte de ese gobierno. Si bien Jennifer sacó a relucir todo lo malo del gobierno del que forma parte, incluyendo el desmadre de LUMA, en ningún momento mencionó que ella, al igual que Pierluisi, recib fondos para su campaña de los inversionistas que se benefician de la Ley 60. Nada sobre su afiliación republicana y su apoyo a Donald Trumpo el hecho de que Carlos Bermúdez, uno de los integrantes del famoso chat, fue su publicista y figura clave de su campaña primarista.  Estos son algunos datos que reflejan claramente que entre ella y Pierluisi sólo hay una diferencia de matices.

En los próximos meses la veremos mentir ad infinitum, proclamar que viene de abajo y le interesa el bienestar del pueblo, continuar proclamando que consiguió una enorme cantidad de fondos federales cuando se sabe que dichos fondos forman parte del dinero asignado para la reconstrucción del país luego del paso del huracán María, anunciar medidas disparatadas para ganarse el favor del electorado (ya vimos un adelanto de esto en su respaldo para que los four tracks y todo lo que tenga motor transite en nuestras carreteras) y, sobre todo, la veremos atacar con saña a sus contendientes reales: a Juan Dalmau y la Alianza. Esta candidata, mentirosa y trepadora, representa más de lo mismo: la otra cara del PNP para continuar en el poder, para privilegiar a los inversionistas políticos y favorecer en puestos públicos a todos los militantes de su partido. Ojo con la traidora, como la bautizaron los partidarios de Pierluisi, capaz de todo por llegar al poder.