La “matrix” colonial [Puerto Rico 532 años de puro colonialismo]

Economia Solidaria

A mi estimado amigo Daniel Nina


(San Juan, 9:00 a.m.) Este pasado viernes mi estimado amigo Daniel Nina me invitó a participar en su programa Funche Caribeño.  El tema fue sobre la independencia nacional.  Como siempre, fue un placer dialogar con él y otro de sus invitados.  Para quienes recuerdan la película “La Matriz” (The Matrix, en inglés-1999), con el actor hawaiano Keanu Reeves.  Buscando en YouTube más información sobre la cinta, encontré este comentario de hace 4 años.


“Matrix es un sistema, Neo. Ese sistema es nuestro enemigo. Pero cuando estás dentro, miras a tu alrededor, ¿qué ves? Empresarios, profesores, abogados, carpinteros. Las mentes mismas de las personas que intentamos salvar. Pero hasta que lo hagamos, estas personas seguirán siendo parte de ese sistema y eso los convierte en nuestros enemigos. Tienes que entender que la mayoría de estas personas no están preparadas para ser desconectadas. Y muchos de ellos están tan acostumbrados, tan irremediablemente dependientes del sistema, que lucharán para protegerlo”.


Y eso es exactamente lo que es el colonialismo, una matriz a la cual nuestro pueblo ha sido enchufado desde hace 532 años, si tomamos como fecha de referencia el 1492, con la llegada de Pedro Scotto (alias Cristóbal Colón), a las playas de las Lucayas y luego a Cuba y Ayiti, a las que él llamó por sus pantalones la Juana y La Española respectivamente.  Cualquier coincidencia con la frase antes citada con la “realidad” en la que vive el pueblo de Puerto Rico, es pura coincidencia.  Pero, por qué digo esto.  Veamos: lo que hace Colón al llegar a las islas hoy llamadas Las Antillas, es precisamente eso, crear una realidad virtual brotada de su imaginación y convertirla por la fuerza y la violencia armada en la “verdadera” realidad.  Esa versión creada artificialmente por el llamado “Almirante”, fue otra estructuración imaginaria elaborada para ir materializando la nueva matriz que se les impuso a los pueblos “indígenas” arahuacos isleños a fuego y sangre.  A su regreso a España en ese primer viaje, lo sorprende una tormenta por el camino y tiene que desviar sus barcos hacia Portugal.  Desde allí les escribe una carta a los reyes “católicos” en la que les dice, refiriéndose a las tierras visitadas, lo siguiente: “Y de todas ellas he tomado posesión por [para] sus altezas, con pregón [que lo dijo en voz alta] y bandera real extendida, y no me fue contradicho.”  (Énfasis suplido.).  Fíjense bien en esas palabras de Colón y analicen su significado.  

Lo que el mal llamado descubridor expuso en esa carta fue que como ningún habitante originario de las islas le dijo a él que no estaba de acuerdo con lo que había dicho y hecho, como no lo contradijeron, entonces él había “tomado posesión” de las tierras arahuacas para los reyes de España.  Aquí tenemos que hacernos la pregunta: ¿Cómo Colón esperaba que los habitantes originarios de las islas lo contradijeran, si ellos no entendían el castellano?  Es claro que él sabía que ellos no habían entendido nada de lo que había dicho sobre la supuesta toma de posesión.  Pero con esas palabras empezó a crear una nueva realidad virtual que luego, junto a otros sucesos, se convirtió en la Matriz colonial española.  Y esa matriz mantuvo a nuestro pueblo enchufado a España durante 400 años.  En esos siglos, hubo varios intentos de personas boricuas que entendieron este fenómeno político-social y trataron de desconectar al pueblo de es matriz.  El más importante de estos fue el Grito de Lares, pero debido a su fracaso militar no fue posible desenchufar a la gente de la mentalidad colonial y muchas de esas personas optaron por defender el Imperio español; es decir a la matriz dominadora.

Hacia finales del siglo 19, esa matriz se estaba disolviendo en la mentalidad del pueblo boricua, no tanto por el esfuerzo propio de las élites internas, sino más bien por la presión internacional.  Tres factores principales abonaron a esta situación, a saber: 1. La guerra de independencia de Cuba que estalló en el 1895, 2. La guerra de independencia de Filipinas y 3. La presión ejercida por los Estados Unidos para que España concediera mayores poderes autonómicos a las islas antillanas.  Todas las noticias que llegaban a nuestra isla, mayormente a través de contrabando, alentaron ese cambio de visión interna que culminó a medias en la Carta Autonómica de 1897.  Sin embargo, apenas entrada en vigor la autonomía, le cayó encima a nuestro pueblo el marronazo de la nueva matriz colonial impuesta a sangre y fuego por el gobierno de Washington.  Así que los nuevos colonizadores corrieron raudos y veloces a desenchufar a nuestra gente de la matriz española y a reconectarlo a la estadounidense.  Y ese re-enchufe se hizo con tanta rapidez que nuestro país no tuvo el tiempo suficiente para entender lo que había ocurrido, pues una vez un pueblo es mantenido bajo una situación colonial durante tanto tiempo, no puede visualizar otras realidades, excepto las que les muestran los custodios de la nueva matriz colonial.  

Fue debido a esta realidad que todos los dirigentes políticos e intelectuales de la época aceptaron las nuevas imposiciones que el naciente imperio Norte-americano les impuso sin que hubiera muchas protestas.  Las que más se destacaron, las de Hostos, De Diego, Muñoz Rivera y Matienzo Cintrón, todas, sin excepción se formularon aceptando la nueva matriz a la cual habían sido enchufados, como Nemo, a sus respectivos cerebros.  Y hoy, 126 años después, sus descendientes, entiéndase PNP, PPD, PIP, VC, PD, etc., continúan igualmente funcionando, unos más y otros menos, al ritmo que le tocan desde la casa del amo en Washington, D.C.