La epidemióloga del Gobierno de Puerto Rico, Dra. Brenda Rivera, ofreció una charla magistral ayer en el anfiteatro 108, Manuel Maldonado Denis, de la Facultad de Ciencias Sociales Graduado, de la Universidad de Puerto Rico. Ante una nutrida concurrencia, en la actividad convocada por el Instituto de Estudios el Caribe, como parte de su ciclo académico de Conferencias Caribeñas, la Dra. Rivera disertó en torno a la epidemia del mosquito transmisor y del virus llamado Chikungunya.
Se trata de una enfermedad viral cuyo origen se desconoce, pero sí se sabe, según la doctora, que se ha transmitido y recorrido varias islas del Caribe. En particular, San Marteen, Guadalupe y Martinica, son las islas donde la tasa de mortandad y las personas afectadas, visto en el conjunto poblacional, son las más altas. Ahora bien, como indicó la doctora Rivera, “los mosquitos no viajan entre islas, los que se mueven son las personas”. Este dato es importante, pues a pesar de lo indicado en cuanto a las islas francesas antes mencionadas, la mayor cantidad de casos reportados se da en la República Dominicana.
La situación de epidemia, bajo la responsabilidad de un tipo de mosquito que requiere primero infectarse este para luego de siete días poder infectar a personas, está fuera de control en algunos sitios como en Dominicana, aunque en el caso de Puerto Rico, se encuentra bastante controlado. Ante esto, la Dra. Rivera propone, entre otras cosas, la posibilidad de que Puerto Rico se convierta en un componente importante de la prevención en la región. Según Rivera, “Puerto Rico tiene el único laboratorio de bioseguridad nivel 3, en toda la región, y a pesar de que no damos a vasto en nuestra isla, sí podemos ayudar a otros países en la región que tienen menos”. Sobre este detalle la doctora Rivera elaboró que Puerto Rico ayuda hoy a las Islas Vírgenes de los EE. UU.que tienen menos recursos que nosotros.
En fin, según la doctora, si la gente se mantiene bien vestida con pantalones largos y camisas de manga larga, usa repelentes nivel 10 o más, y no permite que se acumule agua estancada, puede prevenir la situación. También, tan pronto la persona conozca que un vecino se infectó, hay que prevenir tener contacto con esa persona. La doctora nos recuerda en todo momento que el que transmite “es el viajero, y no el mosquito”.
En la foto la Dra. Rivera
Crédito foto: Daniel Nina