“Rolo”. La dinámica de la producción musical

Reseña
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

alt“Mi trabajo está y estará en la historia de la música, solo hay que buscarlo y darle ‘play’.”

Muy a pesar de la pandemia del COVID-19, la música sigue siendo el lenguaje universal. Continuar creando y produciendo, parece ser la consigna de todos los actores involucrados en la industria musical.

Por estos días, los artistas mantienen la conexión con sus seguidores mediante conciertos caseros que transmiten a través de redes sociales y distintas plataformas digitales; pero no es menos cierto, que la mayoría de estudios de grabación han continuado su curso, realizando proyectos musicales pendientes en la agenda, u otros que van surgiendo, porque prevalece la esperanza de que pronto retomemos nuestro diario vivir.

Pocas veces el público identifica a esos héroes anónimos que están detrás de todo el proceso de producción de temas musicales que invaden sus reproductores de audio. Esos personajes, en la mayoría de las veces desconocidos para el público, son los responsables de trabajar con los sonidos “en bruto”, para luego mezclarlos puliendo cada detalle, en esa búsqueda por plasmar la mejor interpretación de los músicos y cantantes, cuidando al máximo los aspectos técnicos y estéticos de las obras.

En el campo de la salsa, el ingeniero boricua Rolando Alejandro, ganador de nueve Premios Grammy, por su labor en el campo de grabación, mezcla y masterización; es uno de esos genios comprometidos con la calidad musical, que ha logrado captar la esencia de artistas que todos hemos disfrutado a través de distintas grabaciones.

“Rolo” como se conoce en el ambiente musical, nació en San Juan y estudió teoría musical y trompeta en la Escuela Libre de Música Antonio Paoli, teniendo como maestro del instrumento a Alexis Trinta Correa, el fundador de la Banda Municipal de Caguas en 1978.

Influenciado por geniales trompetistas de diversos estilos, entre los que reconoce a: Juancito Torres, Elías Lopés, Luis “Perico” Ortiz, Arturo Sandoval, Doc Severinsen y Wynton Marsalis, entre muchos otros; trabajó como músico de fila para ‘La Primerísima’ de Tommy Olivencia, la banda de Bobby Valentín y La Orquesta de Mario Ortíz, padre.

“Cuando yo hacía algo mal, Don Mario me daba las indicaciones al oído, muy calladito, sin que nadie se diera cuenta. Grabé como trompetista con su orquesta y fue una gran experiencia, porque él, aparte de ser un tremendo músico y arreglista, también era un gran ser humano”, recuerda “Rolo”.

Luego de grabar con la orquesta de Tommy Olivencia en la producción “¡Enamorado...y que!”, y de registrar el sonido de su trompeta junto a la de Vicente "Cusi" Castillo, en el álbum debut del cantante Alex D’ Castro, la producción titulada “Solo”, Rolando se decantó como músico de orquestas merengueras, porque según señala, había más trabajo: “ahí si tuve rachas largas y buenas con agrupaciones como la de José Medina, la orquesta Zona Roja, Grupo Manía y el grupo de Juan Luis Guerra”.

Después, con una gran curiosidad por la magia de las grabaciones y todo el proceso creativo inmerso, Rolando Alejandro, decidió adquirir una grabadora de cuatro canales, para comenzar a experimentar.

“En casa de mis padres, me puse a inventar. Compré un micrófono, le puse a las paredes de mi cuarto cartones de huevo para apagar un poco el sonido, y mi papá puso un aire acondicionado de ventana; él siempre me apoyó porque sabía que lo que me gustaba era la música. Ahí se hicieron pistas y cositas para uno ‘curarse’ pero nada comercial y tampoco serio”, rememora.

Luego, en el pueblo de Caguas, alquiló un local, e hizo su primer estudio de grabación, llamado ‘Caguas Musical Studio’, que funcionó entre 1989 y 1992. Por ese tiempo, el fenecido músico y productor José M. Lugo, le vendió una consola y una grabadora Tascam de dieciséis canales; así empezó a hacer demos para grupos locales.

“A José Lugo le debo mucho en esto del estudio de grabación, él siempre me llevaba trabajos y me enseñaba muchas cosas técnicas, por Lugo conocí a quien puedo llamar mi maestro en el campo de la Ingeniería de Sonido, el señor Rei Peña. Fue Rei quien fue enseñándome como se grababa correctamente”, expresa Rolando.

En el año 2000 Rolando Alejandro se mudó a Guaynabo, a un sitio más grande y cambió el nombre por ‘Rolo Studios’. De ahí en adelante, llegaron más trabajos, por esa razón, comenzó a dedicarse más al estudio que a tocar con orquestas.

El cambio tecnológico

“Comencé trabajando análogo y luego cambié a digital. El cambio se me hizo un poco difícil porque no me acostumbraba al sonido, tuve que modificar en cierto modo la técnica de grabación para poder lograr un sonido grande”, señala el ingeniero varias veces premiado con el Grammy.

“Los grammy's han significado el esfuerzo del trabajo realizado, y uno se siente orgulloso de eso. Mi trabajo está y estará en la historia de la música, solo hay que buscarlo y darle "play", manifiesta Rolando.

Al preguntarle ¿cuál es la grabación que considera el mayor reto en su carrera como ingeniero?, Rolando Alejandro no duda en decir: - Guasábara Big Band -.

“En ésta grabación trabajé junto con los ingenieros Jon Fausty y Ronnie Torres. Estuve en todas las sesiones desde la base, metales, coros, voces y mezcla, y participé como músico también. Guasábara era el bebe de José Lugo, y puedo decir que entre todos pudimos lograr un buen resultado. Esta producción debió haber ganado el Premio Grammy”, afirma.

Aunque su trabajo en el estudio de grabación le toma mucho tiempo, porque siempre está grabando, mezclando o masterizando; sigue practicando la trompeta porque de manera paralela continúa su labor como músico.

“Tengo que practicar en la tarde o en la noche, para poder tocar bien. Si no practico el instrumento, sencillamente no va a sonar, es una realidad. Me gusta también salir del estudio a tocar porque es otra atmosfera que el cuerpo me pide”.

El futuro

Rolando Alejandro ha trabajado en algunas, y en otros casos, en todas las etapas que componen el proceso de producción musical para artistas como: Cheo Feliciano, Choco Orta, Domingo Quiñones, Gilberto Santa Rosa, Ismael Miranda, Issac Delgado, Jerry Rivera, Pete Perignon, Rey Ruiz, Rubén Blades, Tito Rojas, Víctor Manuelle y Willito Otero, y para agrupaciones como: El Gran Combo de Puerto Rico, N'Klabe, Raphy Leavitt y La Selecta y la Puerto Rican Power, por mencionar algunas. Pero aún tiene pendiente grabar en su estudio a la orquesta de Bobby Valentín y a La Sonora Ponceña.

“Como músicos he grabado a Bobby Valentín y a Papo Lucca, pero no he grabado sus orquestas completas. No he tenido la posibilidad de grabar aún a Oscar de León, Willie Colon, Marc Anthony, Luis Enrique o Alexander Abreu”.

Y al referirse a la nueva generación de la salsa, Rolando Alejandro en enfático en expresar:

“Hay mucho talento nuevo, la mayoría se lanzan como solistas, no hay muchas orquestas nuevas (concepto orquesta). Pienso que deben seguir grabando, buscar temas buenos, pegajosos, con arreglos comerciales y fusiones que puedan atraer a la juventud. Si fuera fácil, todos estarían "pegados". Muchas veces lo sencillo es lo que digiere la masa, pero hay que hacer buena música”.

[Nota del autor: Las fotografías que van adjuntas son de la cuenta oficial de la red social Instagram de Rolando Alejandro].