Gabo y la historia de una solitaria diatriba teatral

Cultura

La Habana- Gabriel García Márquez legó una monumental obra literaria que, curiosamente, solo incluyó una solitaria pieza teatral nacida de la raza periodística del célebre colombiano.

Contaba el Gabo que una mañana escuchó en Barranquilla a una mujer armándole una severa cantaleta a su esposo, por los mismos reclamos de siempre: plata y atención.

Horas después, de regreso a casa, pasó por el mismo lugar y le impactó escuchar nuevamente aquella filípica conyugal, y en ese instante supo que algún día escribiría algo sobre tamaña bronca.

Así nació la Diatriba de amor contra un hombre sentado, pieza que el autor de Cien años de soledad creó para la actriz argentina Graciela Dufau, aunque la colombiana Laura García hizo suya.

También reconocida por su labor pedagógica, García contó a Prensa Latina cómo llegó a ella este monólogo escrito por el Premio Nobel de Literatura-1982, durante una reciente presentación en La Habana.

Ocurrió en noviembre pasado, en un evento de Casa de las Américas sobre la relación de García Márquez y el Caribe, en el cual García realizó una lectura dramatizada de la obra.

Despeinándose en una terraza de Casa, junto al malecón habanero, la actriz consideró la pieza "una joya perfecta", que tras varios años de distanciamiento le parece más hermosa que nunca.

"Al principio pensé en acotar la hora y 20 minutos que dura la lectura, pero no pude: tiene una estructura perfecta, creo que Gabo la concibió así y no habría aprobado ninguna edición", aseguró.

De hecho, ya había hecho una lectura interpretativa justo en la casa familiar de García Márquez en su Aracataca natal, cuando el autor de El amor en los tiempos del cólera cumplió 80 años.

El personaje se llama Graciela, que con la lapidaria frase "nada se parece tanto al infierno como un matrimonio feliz" comienza a exponer los conflictos vividos en 25 años de casamiento.

La Diatribaâ�� llegó a su vida en 1991, cuando conocidos comunes le dijeron que Gabo quería conocerla para que hiciera este monólogo.

La idea la sedujo, pero sus compromisos profesionales en España la obligaron a posponer el montaje par de años, hasta que la estrenó en Bogotá, en el Festival Iberoamericano de Teatro en marzo de 1994.

El éxito fue rotundo y tras medio año en cartelera salió de gira por casi toda América Latina, más Nueva York, Madrid y Londres, hasta que en 1997 terminó con otra temporada en la capital colombiana.

"Gabo me contó personalmente la anécdota que le inspiró la obra, y que de hecho, esbozó en la cantaleta de Fernanda del Carpio en Cien años de Soledad, quizás el preámbulo de la Diatriba", evocó.

Aún mantiene, de vez en cuando, el vínculo con Gabo a través de su sobrino Esteban García, con quien montó para teatro el primer tercio de Cien Años de Soledad, bajo el título de La Casa.

Además, interpretó en Washington a la Abuela Desalmada de Cándida Erendida, para afianzar un nexo con García Márquez que se remonta a la amistad de su padre y parientes del escritor en Santa Marta.

Al respecto, consideró imposible haber logrado la cadencia y el ritmo de la Diatriba si no tuviera esa sangre caribeña en sus venas: "sería imposible de hacer sin tener al Caribe dentro".

Quizás García sea su intérprete por antonomasia, pero esta obra también ha sido representada en Cuba por la actriz Deisy Granado, en el festival Mayo Teatral 2004, con puesta en escena de Pastor Vega.

La obra fue estrenada en 1987 por la argentina Graciela Duffau, para quien la concibió originalmente el Gabo, en tanto la española Ana Belén la representó en el teatro Cervantes de Málaga.

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