Carlos Muñiz Varela fue asesinado hoy hace 35 años. Su familia lo recuerda y reclama que se haga justicia contra aquellos que participaron en su asesinato. En dicho momento, como hoy se afirma que se trató de un asesinato por motivación política. Es decir, había gente que no le gustaba la ideología o militancia política de éste. Así las cosas fue asesinado, y al día de hoy nadie ha sido acusado o encarcelado por este acto injusto e inhumano. Para la familia se trata de una situación injusta, en la cual ha prevalecido la impunidad.
El sábado pasado, en una actividad en la librería la Tertulia donde se presentó el documental Prohibido Olvidar (Dir. Juan Carlos García, P.R., 2006) el cual documentó este asesinato. Luego de la presentación, intervino la hermana de Carlos, la profesora de la Universidad de Puerto Rico, Miriam Muñiz Varela, quien planteó un dilema interesante en torno a los asesinatos en la década de 1970, la impunidad y los asesinatos en general en el momento actual. Se trata sin lugar de un momento particular en nuestro entendido ético de valorar la vida.
Ante esto la doctora Muñiz Varela, hablaba como se habían transformado los casos de asesinatos, en los cuales luego de la violenta década de 1970, donde hubo por lo menos cinco asesinatos políticos, hemos pasado a un momento donde la situación general es de asesinatos sociales, que también pasan impunes. En otras palabras, de los cinco asesinatos políticos de la década de 1970, hay tres que pasan impunes hoy: estos son los de Carlos Muñiz Varela, Santiago Mari Pesquera y Ángel Cristóbal Rodríguez. Los de Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví, fueron esclarecidos y resueltos.
Dicho lo anterior, entre el 1980 al presente, sobre 20 mil personas han sido asesinadas en Puerto Rico. Los crímenes por razones políticas han desaparecido, pero los crímenes por razones sociales son la orden del día. El reclamo contra la impunidad, debe incluir, sin lugar a dudas a todos los asesinatos políticos de la década de 1970. Pero sin lugar a dudas, debe de incluir también a los asesinatos sociales. Debe de haber justicia para todos nuestros muertos por razones violentas, sea su motivación política o social.