Soberanistas, independentistas, izquierdistas y la complacencia ante el Gobierno

Justicia Social

Estipulemos el asunto: que Oscar López Rivera esté preso es más que injusto, inmoral y representativo de lo más terrible que un imperio colonial puede hacer contra el pueblo colonizado. Lo repudiamos y lo rechazamos. Ahora bien, luego de hablar de esto, y que la luz está cara, que el dinero no da, que todos nuestros hijos e hijas migraron del País, que la economía está mala, ¿de qué podemos hablar?

Hoy habla ante la Legislatura el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, quien anunciará recortes presupuestarios de más de mil millones de dólares. Esto en la práctica significa un empobrecimiento general para el País. Los distintos grupos sindicales se han organizado para protestar. Pero eso tal vez no provoca ninguna reacción, más allá de la comparsa, la buya y el ritmo siempre caribeño, aunque sea en la protesta.

Es curioso pues hablamos de lo mismo, ¿por qué el Pueblo de Puerto Rico no “explota”, como lo hacen otros pueblos? Los pobres de las favelas de Brasil, los musulmanes de Egipto, los soldados de Bolivia, la propia derecha de Venezuela, en fin, todos y todas se tiran a la calle, salvo nosotros los puertorriqueños. ¿Qué nos detiene, que no nos hace mover? Me parece que el sentido general de la complacencia, es decir, que ante la crisis tenemos aún empleo, subempleo, asistencia económica federal o estatal, pero más que todo tenemos “un primo o una prima, en dicha agencia, que me puede ayudar”, es tal vez lo que nos detiene.

En esta medida, los que están en la línea del centro hacia la izquierda, con limitadas excepciones, se mueven en la complacencia, sin pregonar o irradiar malestar, que provoca entonces una aceptación que vivimos en la mejor de las colonias. Hay tantos ejemplos actuales, que de vedad uno se pregunta en qué andan, y cuáles son sus luchas.

Por ejemplo, recientemente la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, del ala izquierdista del oficialista Partido Popular Democrático, decidió, por mandato no cuestionado de su asamblea municipal, privatizar 1,7 cuerdas de terreno de un parque público para beneficio de un empresario privado. Este ahora cobrará $80 la hora por el uso de las instalaciones deportivas que va a desarrollar. Es curioso, pero los delegados del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), en la administración de dicho municipio, tuvieron que ver con dicha decisión. Hay que destacar que uno de los votos que se opuso a esta acción en la Asamblea Municipal provino del delegado del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).

Por otro lado, el gobernador del partido oficialista, Alejandro García Padilla, declaró, hace apenas dos semanas, un barrio históricamente de clase alta como parte de una zona protegida por su valor histórico. La urbanización llamada Sagrado Corazón, desde el siglo 19, se vinculó a los hacendados y los colonos dueños de las haciendas cañeras del País. Lo más interesante que dicho barrio queda al lado de dos barrios históricamente populares y de los sectores populares, como lo son Barrio Obrero y Villa Palmeras. Estos son barrios compuestos por obreros, migrantes pobres y sectores marginados económicamente hablando. Lo más interesante es el silencio del Partido del Pueblo Trabajador (PPT), el cual ha brillado por su silencio.

Nos parece que la complacencia se convierte en complicidad. Que el pueblo, trabajador, desempleado, asalariado y crítico se cansa de ver a su liderado político hacer silencio ante las formas en que se sigue repitiendo y reproduciendo el poder. Tal vez, y distinto a otras regiones del mundo, los boricuas no se tiran a las calles a protestar pues a lo mejor sienten que su liderato los abandonó y los volvería a abandonar. Tomen nota.