Es curioso que en Nigeria, el primer país con población africana y negra del mundo, haya un problema que nos retrotrae al pasado: se trata un mercado de explotación esclavizada de seres humanos. En el caso particular de Nigeria, en días recientes, las fuerzas de un grupo rebelde de corte fundamentalista islámico, Boko Haram, decidió secuestrar a sobre 250 niñas de una escuela internada cristiana. Se tomaron a las niñas, bajo la amenaza de hacerlas suyas, y venderlas como esclavas en el “mercado”.
La esclavitud, aún en un caso de terrorismo moderno como el de las fuerzas de Boko Haram, es un imaginario del modo de producción esclavista el cual nunca ha desaparecido del todo en nuestro planeta. Es tan compleja la situación, que luego que en el Siglo 19, se eliminaran los regímenes esclavistas nacionales, en el Siglo 20 y en el presente siglo, continúan manifestándose formas de esclavitud incompatibles con los derechos y atributos de todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo. En la actualidad sobre 20 millones de personas en el mundo, entre algunos países asiáticos, países africanos, y algunas regiones de América Latina, las poblaciones viven de forma esclavizada.
En el Caribe, este es un tema que nunca ha dejado de existir. Primero por las propias condiciones que el régimen esclavista entre el Siglo 16 y el Siglo 19 impusieron para todas las islas-estados de la región. Segundo, porque hoy es el Caribe la principal región del mundo, que reclama compensaciones económicas a los países que inspiraron e implementaron la esclavitud de los siglos anteriores en el Caribe. La Comunidad de Estados del Caribe (Caricom, por sus siglas en inglés), es la organización que está liderando este esfuerzo de lograr que los antiguos poderes imperiales de Europa, compensen a los países y poblaciones de la región, por las vejaciones y humillaciones que el pasado colonial y esclavista, les causó.
En lo que esto se resuelve en el Caribe, donde la esclavitud cesó hace más de 40 años, nos urge seguir educando en torno a la igualdad, y la urgente necesidad de efectuar reparaciones contra las poblaciones cuyos ancestros fueron víctimas de la esclavitud. Para las niñas de Nigeria: pedimos su libertad inmediata y que a los responsables, se les lleve ante la justicia nacional lo antes posible. Pero más que nada, solicitamos a todos y todas en la humanidad, a continuar con procesos de educación que nos logren erradicar de nuestro imaginario cultural a la esclavitud como una forma de socialización o producción. Eso no es tolerable.
Crédito foto: Xavier J. Peg, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.es).