La salud mental continúa siendo “el patito feo” del Estado

Justicia Social

Segunda parte

Como expresara en una columna anterior, el pasado mensaje del gobernador Alejandro García Padilla sobre la situación del estado del País distó de abarcar de alguna manera propuestas para lidiar con la situación de salud mental en la Isla, inclusive para ese entonces se anunciaron recortes al presupuesto de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción. Quizás, históricamente, la salud mental ha sido “el patito feo” del Estado, el eterno olvidado. 

Es por esta razón que El Post Antillano ha iniciado una investigación sobre el panorama actual de la salud mental en el País, siendo esta la que aborde las condiciones que prevalecen en Puerto Rico y las consecuencias de no atender o atender de forma incompleta las mismas. Para esto, el Dr. Juan J. Fumero-Pérez, psiquiatra y otrora presidente de la Academia de Psiquiatría de Puerto Rico, ofreció una perspectiva general de la situación presente.

“Puerto Rico está decapitado”, sentenció el Dr. Fumero-Pérez al indicar que a la hora de tomar decisiones sociales no se está considerando el funcionamiento de los individuos, y de esta manera, sus pensamientos y sentimientos. Así, el cerebro se aprecia separado del cuerpo, en vez de tener una visión integradora de la salud mental y la física. “La depresión o cualquier condición psiquiátrica inestable es un factor de riesgo para condiciones físicas”, señaló.

Igualmente, puntualizó que el manejo de la salud mental se trabaja equivocadamente y principalmente a base de las crisis cuando debería planificarse para prevenir. Por su parte, el especialista afirmó que el problema primordial es la falta de cumplimiento del tratamiento hasta que desaparezcan todos los síntomas. “Si el paciente se conforma y el médico se conforma (referido esto a tratamientos incompletos) tenemos un problema y ahí vienen las perpetuaciones de los problemas”, dijo para agregar que al igual que lograr la erradicación de los síntomas es de suma importancia hacerlo a tiempo. Y es que una condición parcialmente tratada, por ejemplo, aumenta la hormona cortisol que es temporalmente necesaria, pero de manera prolongada llega a ser tóxica.

Lo que prevalece

Según confirmó el psiquiatra, la depresión mayor (distimia) como diagnóstico sencillo es la condición más común entre los puertorriqueños. Mientras que como grupo, los trastornos de ansiedad que involucran al trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada, las fobias, el trastorno de ansiedad social, entre otros, representan un número significativo en nuestra sociedad. Asimismo, las adicciones tienen gran predominancia. “En mi experiencia, gran parte de los usuarios de sustancias, ya sean legales o ilegales, debajo tienen una condición psiquiátrica premórbida (coexistente)”, aseveró.

“Hay evidencia de que las personas que tienen un primer episodio de depresión se les confiere de por sí, más o menos, un 50 por ciento de probabilidades de que en algún momento dado el 50 por ciento de esa gente va a recaer en los próximos cinco años”, aseguró Fumero-Pérez e hizo hincapié en la necesidad de tomar las medidas necesarias para reducir el riesgo de recurrencia. En las personas que presentan un segundo episodio, la probabilidad de recurrencia aumenta a un 70 a 80 por ciento, y ya un tercer episodio incrementa el riesgo a un 90 por ciento.

De acuerdo al galeno, refiriéndose a evidencia científica, la mayoría de dichos episodios son ocasionados por estresores. Sin embargo, a mayor cantidad de episodios, los estresores son irrelevantes y los mismos comienzan a ocurrir espontáneamente. “Esto es un fenómeno que se llama kindling effect y eso quiere decir que ya el sistema se dañó”, explicó y añadió que estudios realizados por el National Institute of Mental Health demostraron que una persona que mantiene un solo síntoma leve residual tiene la probabilidad de recaer mucho más pronto.

Acerca de la depresión, Fumero-Pérez declaró que es uno de los factores de riesgo para la aparición de Alzheimer. También, la persona que padece depresión tiene 4.5 veces más probabilidad de infarto cardíaco. “La depresión puede no tan solo impactar negativamente lo funcional, laboral, económico y social en la persona, sino que puede ser crónica, recurrente y progresiva”, menciona el escrito “Consecuencias de un tratamiento tardío e inconcluso en la depresión: por qué la sociedad debe preocuparse ¡ahora!”, por el Dr. Fumero-Pérez. “Hoy en día, la depresión es considerada una enfermedad neurodegenerativa. Puede asociarse a alteraciones funcionales y estructurales en el cerebro. La depresión, el estrés y el dolor están asociados de manera similar a un impacto negativo en factores neurotróficos (favorecen y nutren neuronas) y comprometen la neuroplasticidad (capacidad de adaptación celular neuronal)”.

En cuanto a los trastornos de ansiedad, el médico comentó de manera sencilla que son como tener “un cortocircuito en el switch que enciende el sistema de emergencia del cuerpo”, por lo que esa ansiedad “va acumulando un miedo en la memoria”.

De la misma forma, aclaró que todos podemos sentir síntomas de ansiedad que no alteren nuestro funcionamiento habitual. No obstante, se considera un diagnóstico de trastorno si prevalecen las manifestaciones durante seis meses o más y afectan a la personas la mayor parte del tiempo.

“Los trastornos de ansiedad como grupo predomina en las mujeres, igual que la depresión. Típicamente, 2 a 1, en las mujeres es más común”. Los primeros aparecen, generalmente, entre los 20 a 30 años de edad, mientras que la depresión se duplica en las mujeres entre el período desde que tienen la primera menstruación hasta la última. “En los extremos (de este período) es comparable a los hombres”.

En otro asunto relacionado a la salud mental, Fumero-Pérez expresó que los suicidios en el País llegan a alrededor de 300 al año, observándose un aumento en las mujeres blancas de edad avanzada, mientras que en los adolescentes se presenta un riesgo sustancial.

Finalmente, y reconociendo que el tema que plantea esta columna requiere un despliegue extenso que continuaremos desarrollando con diferentes matices y perspectivas en próximos artículos, como sociedad debemos comprometernos a concienciarnos y educarnos, derrumbando así estigmas y prejuicios, recordando siempre lo que mencionaría el entrevistado sobre que el cerebro es igual de importante que el corazón.

Crédito foto: r. nial bradshaw, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/deed.es)