En los pasados dos días, en el centro de operaciones de la principal cadena de restaurantes rápidos del mundo, McDonald’s, se han congregado empleados para protestar en torno a las condiciones laborales. Particularmente y como parte de la jornada de “la lucha por los 15”, aduciendo un salario mínimo de $15 USD la hora, los empleados le exigieron a la junta de directores, reunida el miércoles y ayer jueves, que les dieran un salario decente y digno. Lo cierto es que la vida depara de distintas formas y el principal oficial ejecutivo de dicha firma, Don Thompson, dijo que ellos le ofrecen a sus empleados un salario justo y digno: $7.25 la hora, para una plantilla global donde el 70 por ciento de todos sus empleados laboran menos de 19 horas a la semana.
En Puerto Rico, el renglón de restaurantes de comida rápida, los llamados “fast foods”, representa cerca de 80 mil empleados. Es uno de los sectores donde no existen uniones, el 70 por ciento de sus empleados son jóvenes (19 a 24 años), de extracción social pobre, negros, mujeres, y más que nada trabajan por un salario mínimo y a tarea parcial. Las personas que representan estos sectores tienen normalmente más de un trabajo a tiempo parcial, que es lo que les permite llevar el sustento a sus hogares. No obstante, lo que sí es real es que las condiciones de vida no son aceptables para ellos.
De otra parte, con 35 mil restaurantes en el mundo y una población que alimentan de sobre 70 millones de personas, McDonald’s intenta celebrar su cuadragésimo aniversario como una entidad que aporta al bienestar de la humanidad. En esta medida, sus empleados, en particular en los EE. UU., están aguándole la fiesta.
Es curioso, pero siendo McDonald’s la bandera insignia de los restaurantes de comida rápida, en Puerto Rico toda la lucha por mejores beneficios de sus empleados ha pasado desapercibida. Curioso que ningún sindicato se ha mostrado interesado en unionarlos, y que partidos políticos afines, como el Partido del Pueblo Trabajador (PPT), no han expresado solidaridad alguna ni con los empleados de esta cadena en los EE. UU. ni en la Isla. Por lo pronto, “la lucha por los 15” debe ser traída también a Puerto Rico.
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