Medida de alimentos genéticamente alterados aguarda más vistas en Senado

Justicia Social

Una medida legislativa que exigiría que alimentos genéticamente alterados contengan rotulaciones identificándolos aguarda una segunda vista pública, ya que quedaron alrededor de 20 personas o entes por deponer en la primera vista, celebrada en diciembre pasado.

La medida, presentada por los senadores Larry Seilhamer del Partido Nuevo Progresista y María de Lourdes Santiago del Partido Independentista Puertorriqueño, tiene como propósito informar al consumidor cuando acude a los mercados en busca de alimentos, de acuerdo a Anthony Maceira, un abogado que asesora a Seilhamer. “Se trata de un derecho por parte de los consumidores de que sepamos lo que estamos comiendo”, le dijo Maceira a El Post Antillano.

Los alimentos genéticamente alterados, aquellos que vienen de cruces de ADN de plantas o animales, se han estado elaborando hace ya varios años, especialmente en los Estados Unidos. Pero en los últimos años con el aumento de este tipo de alimentos se han levantado varias voces de advertencia sobre los posibles efectos nocivos a la salud humana de ingerir estos alimentos. Aun cuando todavía no hay estudios científicos que establezcan lazos definitivos con alguna enfermedad o condición conocida, al momento se está estudiando la posibilidad de que algunos de estos alimentos manipulados genéticamente contengan material que cause alergias en los seres humanos o animales.

Se han presentado medidas legislativas con el mismo propósito de la medida de Puerto Rico en sobre 20 estados norteamericanos. Hasta el momento las medidas se han convertido en ley en Connecticut y Vermont. Los cruces de ADN de proveniencia animal, vegetal o fruta se hacen en laboratorios especializados. Se han identificados varios propósitos por proponentes de la práctica. Para empezar, se ha dicho que alterar el ADN conlleva más abundancia en la producción de alimentos. También se ha dicho que la ingeniería genética produce más inmunidad a enfermedades en las plantas y animales.

Pero la queja principal es que no se sabe con seguridad qué efecto tendrían los alimentos transgénicos sobre los seres humanos o animales. Estos alimentos han levantado mucha más suspicacia en Europa. El Parlamento Europeo decidió que la comida genéticamente alterada debe estar claramente rotulada cuando se importa a países miembros de la Unión. Lo mismo han decidido varios países europeos como Alemania, Francia e Italia en cuanto a alimentos que se producen dentro de sus límites geográficos.

“Hay un debate público y discrepancias en gran sector de la ciudadanía sobre estos alimentos”, dijo Maceira. “La impresión de que lo que uno compra en el supermercado es ciento por ciento natural no es verdaderamente cierta”.

Maceira dijo que en la pasada vista hubo impresiones encontradas en cuanto a exigir la rotulación, divididas entre los sectores comerciales, que depusieron en contra de la medida, y sectores agrícolas y científicos, que depusieron mayormente a favor. Puerto Rico importa casi el 90 por ciento de sus alimentos, mayormente de los Estados Unidos.

Maceira explicó que a pesar de este hecho la medida, si se convierte en ley, podría fácilmente ser implementada ya que los productores de alimentos genéticamente alterados tienen que identificarlos ante la agencia federal de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés).

La medida serviría como enmienda a la Ley de Alimentos, Drogas y Cosméticos de Puerto Rico. Dice la Exposición de Motivos, citando al Departamento de Agricultura federal, que más del 90 por ciento del maíz, la soya y el algodón que se produce en los Estados Unidos es genéticamente alterado.

Esperamos que la Comisión de Salud y Nutrición, presidida por el vicepresidente del Senado, José Dalmau, paute pronto una segunda vista. Hay bastante gente ansiosa por aportar.