Ante la crisis fiscal, levanten las manos

Política

La crisis fiscal, real o inventada, es el lema que se utiliza para legitimar cualquier medida del estado dirigida  a debilitar al sector trabajador. Hace unos días escuché a un economista, de esos que tienen contratos con todo el mundo, sea PNP o del PPD, decir que no se puede penalizar a los sectores productivos. Cuando escuché esa frase pensé, ingenuamente, que hablaba de los trabajadores. Los sectores productivos, para el economista de los contratos, son los empresarios, corporaciones y grandes distribuidores. El miedo, dijo el economista, es que se vayan a ir de Puerto Rico. Claro eso sólo confirma lo que ya todos sabíamos, el capital no tiene patria.

En días recientes el mismo economista, que se ha hecho experto en decir nada en muchas palabras, escribió una columna donde presenta cinco propuestas para combatir la crisis fiscal. La primera propuesta es optimizar los recaudos del IVU. Según el economista la evasión del IVU es de un 44%, cosa que todo el que ha comprado un cuchifrito sabe en la isla. Lo interesante es que el economista propone que se hagan acuerdos con los municipios para que ellos colaboren en la recaudación del IVU. ¿Cómo van a colaborar los municipios? Nadie sabe, al parecer ni siquiera el economista que lo propone. Pero me atrevería a especular. Si aumentamos los organismos gubernamentales involucrados en el asunto de la recaudación, ¿no se aumentan los costos operacionales del proceso?

La segunda propuesta del economista es más interesante. Aumentar el IVU. ¿En serio? Un impuesto regresivo es parte de la solución, según el economista. Y ante esta propuesta los trabajadores y trabajadoras del país deben comenzar a levantar las manos. ¡Esto es un asalto! Por lo menos para que los “sectores productivos” no sufran. La tercera propuesta del economista es bajar las tasas contributivas a los individuos y a las corporaciones. Es decir, que los trabajadores, sobre todo los que trabajan a salario mínimo, algunos de los cuales no tienen que pagar contribuciones sobre ingresos, paguen más para que los empresarios, corporaciones y Walmart paguen menos. Y ante esta propuesta los trabajadores de clase media tienen que ir levantando las manos.

La cuarta y quita propuesta del economista son reestructurar el gobierno, esto significa despedir empleados públicos. Este mismo economista se ha opuesto a reducir los contratos del gobierno pero despedir empleados está bien, de todos modos ellos sobran. La última propuesta es tener un plan coherente de desarrollo económico que no explica no presenta en qué consiste. Yo tengo una idea. ¿Qué tal si le damos empleos a la gente? ¿No quieren que los jóvenes se vayan de Puerto Rico? Hay que dar empleos. El problema es que la empresa privada, el “sector productivo” del economista, no crea empleos por que vive del gobierno. El único que crea empleos de verdad, o creaba, es el gobierno, en servicios, salud, seguridad, protección ambiental y otros.

Levanten las manos. Ante este cuadro, no de malas noticias sino de supuestos expertos que repiten siempre lo mismo sin decir nada, lo que le queda al pueblo es levantar las manos. Tal vez por ello algunos alcaldes de Puerto Rico, como el de Arecibo, el de Yauco o el de Manatí, han decidido admitir su incapacidad para gobernar y dedicarse a orar. Así que al pueblo trabajador le quedan dos alternativas. Levantan las manos ante el robo para que los ricos, los “sectores productivos”, sobrevivan o levantan las manos a pedirle al cielo que mande fuego. A ver si estos se acaban de quemar. Amén.