¿Nos vamos a la huelga?

Economia Solidaria

¿A alguien le preocupa que el 53 por ciento de las corporaciones en Puerto Rico no rindieron su planilla, no pagaron y pidieron prórroga de 90 días? ¿Alguien ha destacado cómo dicha acción de las corporaciones, muchas de estas los llamados “grandes intereses” , al no cumplir con sus deberes socioeconómicos como ciudadanos, nos afecta a todos y todas? Es decir, ¿sabemos que una de las razones por las cuales hay un déficit en el presupuesto de cierre de sobre $100 millones de dólares se debe a dichas corporaciones? No solo nadie habla ya de este detalle, sino que le imponen a los empleados públicos unionados en las corporaciones del Estado la responsabilidad de la crisis actual. Es curioso, pero como dirían en la hermana república cubana: “los pájaros le tiran a las escopetas”.

En el día de hoy, varios sindicatos, en particular asociados al rubro de la salud, han reclamado paros parciales de 24 horas. En específico hablamos de los empleados unionados del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe y la Administración de Servicios Médicos (ASEM), ambos adscritos a la Unión General de Trabajadores (UGT). Estos unionados se encuentran en paro de 24 horas, el cual inició en la noche de ayer y terminará hoy a la medianoche.

Para otros sindicatos, y en lo que parece una estrategia muy bien pensada, su día de paro parcial aún no ha sido notificado. La idea de una huelga general está puesta en la mesa. No obstante, todo indica que la estrategia tomada por todos los sindicatos ha sido una de pequeñas iniciativas que afectan el bienestar general, pero no detienen la economía. Estas acciones deberían forzar al Gobierno a negociar con las uniones y encontrar puntos comunes que beneficien a ambas partes.

Lo importante es indicar que en Puerto Rico hoy todos los sectores sociales, desde los grandes intereses hasta los empleados unionados, están luchando por su bienestar. No es adecuado demonizar a los empleados públicos que luchan por sus derechos y condonar a los grandes intereses corporativos que también, y a su manera, han dejado de contribuir al bien común. Los empleados unionados en Puerto Rico, los cuales en el sector corporativo público representan al 60 por ciento de la fuerza laboral pública del País, están haciendo lo máximo por no afectarnos, sin perder de vista sus justos reclamos. ¿Los apoyamos?