¿La historia de una tortuga que desea entender las figuras geométricas? ¿Que desea aprender a contar? Pues así mismo es. Las tortugas son expertas en matemáticas a la hora de poner sus huevos en la playa, toda vez que cada desove contiene aproximadamente diez huevos, de los cuales esperamos que las diez tortuguitas alcancen el mar en su totalidad.
En una sencilla, aunque hermosa actividad, el sábado pasado Orlando Planchart se presentó a las 10 a.m. en la llamada Plaza de la Cultura en el centro comercial de Plaza las Américas. Esta se ubica en uno de los restaurantes del segundo piso de dicho centro comercial, y surge como iniciativa de un grupo de poetas y escritores convocados por el también escritor José Muratti. La actividad del sábado pasado fue dirigida por Lourdes Calderón, quien forma parte de dicho proyecto cultural.
El libro, dirigido a los niños y las niñas, se titula La tortuga fulana, escrito por Planchart, quien es profesor de matemáticas en la Universidad Interamericana, recinto de Ponce. En el mismo, se logró entrelazar aspectos de la geometría y matemáticas simples, con consideraciones sociales y ecológicas. En particular cuando el cuento se lee en voz alta ante niños y niñas, uno logra visualizar el valor normativo de este trabajo. Más aún, cuando los dibujos son ilustrativos del contenido y logran transmitir correctamente los distintos objetivos que se trazó el autor. Hay que destacar que las ilustraciones le corresponden al también escritor José Rabelo, quien compartió sus dones de dibujante con Orlando Planchart.
El libro y la actividad realizada dan muestra del momento cultural y creativo que se vive en Puerto Rico. Sobre todo, cuando uno examina cómo un profesor de matemáticas, en este caso Orlando Planchart, logra diversificar su trabajo académico con la creatividad literaria.