¿Por quién doblan las campanas?: la economía del fracaso en Puerto Rico

Economia Solidaria

¿Cuán mal está todo en Puerto Rico hoy? Para los que vivimos en Puerto Rico la cosa está muy preocupante. Para los que se fueron, que dejaron a la mitad de su familia en la isla y la otra mitad vive ahora en la Florida, la situación en la isla es desesperante. Pero realmente, ¿Cuán mal está la situación?

Hace unas semanas provocamos un debate en torno al llamado “golpe de estado suave” que están causando los grandes intereses en Puerto Rico asistidos por la prensa corporativa. Ese debate ha sido retomado por varios compañeros y compañeras de la prensa alternativa que existe en la isla. No obstante, lo que si creemos importante, es que éste hay que enmarcarlo en la emergencia de una economía del desastre, la cual se ha impuesto en todos los renglones de la mirada en torno a la isla y sus problemas.

Esa “economía del desastre” hay que vincularla con la intención real o no, del capital y los sectores corporativos, de reestructurar las relaciones sociales y de producción en la isla. Es interesante pero la presión que le han impuesto estos sectores al movimiento obrero y de empleados públicos unionados, es sin precedente. ¿A quién le molesta que un empleado tenga un buen salario con buenos beneficios marginales? Realmente hablando no le debería molestar a nadie, pues es una aspiración normal de toda persona que es empleada de alguien a que le paguen bien. Pero en Puerto Rico se ha impuesto una lógica de criminalizar a la persona que tiene un buen salario en el empleo público. Es decir se pretende que este sector se pauperice y sobre todo que tenga condiciones de asalariado como muchos de los sectores corporativos, sobre todo la industria de la banca, que le paga a sus empleados el mínimo del salario federal.

Esta “economía del desastre” es una que está promoviendo que toda noticia en torno a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) sea negativa. Es terrible esta mirada, pues hace lucir a todo el mundo, sobre todo a la gerencia y al propio gobierno como unos incompetentes. Lo interesante es la coincidencia de los tiempos. Ayer en medio de todas las crisis que vive el país, dos casa acreedoras, Moody´s y Fitch, volvieron a degradar por segunda ocasión en 10 días, la calidad de los bonos de dicha agencia. Los han reducido a menos de chatarra. ¿No suena esto a una coincidencia orquestada?

Pues bien. Se trata de un momento bien negativo para todos y todas en el país. Sin lugar a dudas, atravesamos por un momento de desolación y en parte de desesperación. Dicho esto, los únicos que se benefician de esta crisis son los grandes intereses, y en particular los sectores corporativos cuyo interés es tomar las riendas del país. En particular la provisión de la energía eléctrica es una que está en la mirilla de dicho sector corporativo. Se trata de una economía del desastre promovida en todo su esplendor.

Pero, ¿a quién le conviene que todos los bienes comunes, incluyendo la corporación de la AEE, pasen a manos privadas? ¿Por qué no se valora que dicha instancia sea un bien público a beneficio de todo el país? Pensemos.

Véase: http://www.elpostantillano.com/justicia-social/10405-daniel-nina.htmln

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