Respeto, Justicia y Dignidad: Un libro necesario en un momento crítico de la historia de Puerto Rico

Crítica literaria
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Hay una hermosa película española que se titula Los lunes al sol (Dir. Fernando de León Aranoa, España, 2002) que cuenta la historia de unos obreros del puerto de Vigo, España, que se quedan sin trabajo cuando los astilleros cierran.  Es sin lugar a dudas una historia triste, de vidas  tristes y de un futuro lleno de tristeza. ¿Por qué? Porque en la gran lucha histórica entre el capital y las formas múltiples de valor de cambio, el valor-trabajo, ese que se representa por una persona llamada obrero u obrera, siempre estos últimos tienen la peor parte en la conversación. En particular, porque el eslabón de las fuerzas sociales de producción, donde en la teoría clásica del marxismo, el hombre y la mujer se ven obligados a vender su fuerza de trabajo, la relación con el comprador, sea el burgés o el capital corporativo, siempre es desproporcionada. En otras palabras, el capital siempre gana.

Ese final poco feliz donde el capital siempre gana, es el que se masifica diariamente, y el que nos lleva a tomar posiciones altamente patronales, corporativas y más que nada contrarias a los intereses de clase de nuestros iguales: los obreros y obreras, empleados asalariados, unionados o no.  La película Los lunes al sol me lleva a pensar en Puerto Rico 2014, viviendo a través de una de las crisis socio-económicas más complejas que hayamos vivido en años, donde ante la incapacidad del gobierno de honrar sus obligaciones contractuales con los prestamistas del gobierno (los llamados bonistas) y la presión de las casas evaluadoras de la capacidad del gobierno de pagar (las llamadas casas acreditadoras) se impone como fiat político la destrucción de los convenios colectivos existentes, y la puesta sobre la mesa de la eliminación de sindicatos y otras formas de vida unionada en Puerto Rico. Lo cómico es que el discurso dominante hoy en Puerto Rico, ese que la prensa corporativa y los sistemas mediáticos de comunicación han asumido, es uno patronal y anti-sindical. ¿Pero cómo y por qué los boricuas se van del lado de los más fuertes?

Posiblemente la razón del sentimiento tan anti-sindical que vive hoy Puerto Rico se deba en parte, y digo en parte, a que vivimos el punto de la menor participación laboral en la historia formal del país. Con apenas un 39.2 por ciento de la fuerza laboral activa trabajando, y ante la pérdida poblacional de 100 mil personas en edades productivas, uno podría pensar que algo pasó en la psiquis local: se piensa como patrono y no como asalariado u obrero, pues casi no quedan de estos últimos. Por otro lado, posiblemente se desconoce la historia de los movimientos populares, de obreros y obreras, de sindicatos y de las luchas sociales en Puerto Rico. Es aquí donde la obra del Dr. Nelsón Arnaldo Vera Hernández se hace monumental.

El Dr. Vera Hernández es un destacado historiador del movimiento obrero y formas populares de lucha en Puerto Rico. Catedrático de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Aguadilla, y más que nada hoy recomendado y confirmado para ocupar la silla de Rector de dicho recinto, el Dr. Vera Hernández se ha preocupado en el devenir de su trabajo académico, de contarnos la historia de los pequeños, de los poco significantes. Se trata de contar, a través de microhistoria, importantes relatos que se tornan en un eslabón de grandes luchas sociales.

Respeto, justicia, dignidad: historia laboral del parque de las cavernas del Rio Camuy (Isla Negra Editores, San Juan, 2013) es un importante y hoy sumamente relevante trabajo sobre la micro-historia del movimiento obrero unionado en Puerto Rico. El libro se concentra en las luchas sociales entre un parque recreativo de aguas subterráneas, llamado el Parque de las Cavernas de Río Camuy y la emergencia del primer sindicato de los empleados de dicha unidad laboral. Allí durante el periodo de 1986 a 1991, se desarrolló un activismo laboral que condujo eventualmente a la ratificación de la Unión Independiente de Empleados de la Administración de Terrenos (UIEAT) a certificarse como la unión representativa de los empleados. En segunda elección en el 1991, con 99 votos a favor y 50 en contra, se certificó a esta unión.

Pero para contarnos ese proceso que conduce en un periodo de cinco años de luchas sindicales a que se certifique a esta unión, el Dr. Vera Hernández nos lleva por un recuento inicial del movimiento obrero, campesino y popular de Puerto Rico durante el Siglo 19 y primera mitad del Siglo 20. Es en la segunda mitad del Siglo XX, donde el autor nos explica como las condiciones de vida en el país se van poniendo más difíciles, y esto nos lleva a un punto de antagonismo entre el capital, el gobierno que se convirtió en el principal patrono del país, y el movimiento obrero, sindicalizado o no.  Es en la última etapa del Siglo XX (1980 a 2000), que sindicatos como la UIEAT entran en juego. El patrono principal, el gobierno, tiene múltiples instancias laborales, las cuales una a una se van organizando a través de sindicatos.

Luego de certificarse como la unión correspondiente al Parque de las Cavernas del Rio Camuy, la UIEAT se convierte en el gestor de la reincorporación de 18 empleados que a fines de la década de 1980, habían sido despedidos. Esto lo hicieron de forma exitosa y los empleados fueron reincorporados a su trabajo.

Lo bonito de la historia, más allá de la pasión y entusiasmo con que lo cuenta el Dr. Vera Hernández, es que se trata de la vida de gente “pequeña” metidas en un pueblo de isla del norte, que se dedican a un tipo de producción inusual: el entretenimiento ecológico. Para mi aquí yace la sabiduría de la historia, contada y vivida. El fuerte del libro es recopilar data de historias de la vida común que de ordinario pasarían de forma inadvertida. El Dr.Vera Hernández nos cuenta de forma exitosa, en una introducción, cinco capítulos y una conclusión, en un total de 180 páginas, la historia del movimiento obrero en Puerto Rico, el Parque de las Cavernas del Río Camuy  y la UIEAT.

Pero, todo libro tiene un valor, no solo por su existencia sino por el contexto en que se publica. En esa medida, el libro del Dr. Vera Hernández es de suma importancia en el verano del 2014, cuando el puertorriqueño promedio habla y se expresa como si fuera un patrono. El libro nos recuerda que tenemos una larga historia de luchas sociales, donde el movimiento obrero unionado y no unionado, ha luchado por su respeto, justicia y dignidad.

Los lunes pueden ser al sol. Esperando que caiga algo, como en la película española. En las Cavernas de Camuy, los lunes son de lucha. ¡Adelante Dr. Vera Hernández que venga el próximo libro!