El extraño caso de las viviendas caras en Puerto Rico

Economia Solidaria

Esto fue algunos años, pero me viene a la mente un encuentro que tuve con un viejo amigo ingeniero, quien me dijo que iba a desarrollar un proyecto de casas de lujo. Pensé que estaba loco porque era ya evidente que el mercado de viviendas caras en Puerto Rico estaba saturado. Al poco tiempo la burbuja de bienes raíces se desplomó tanto en la Isla como en los Estados Unidos.

Vemos ahora toda una variedad de casas y edificios nuevos, pero vacíos, cuyo valor en este mercado deprimido ha sufrido un rápido descenso. Nunca pude entender ese nivel de especulación en una isla que no tiene mucha gente pudiente. Los desarrolladores pretendían vender casas de $600,000 y en algunas instancias apartamentos inmensos y a todo lujo a un precio que se aproximaba y hasta rebasaba el millón de dólares. Muchos de estos edificios de vivienda son muy atractivos y agradables a la vista. Pero, sencillamente, los compradores no los hay.

Me pregunto qué estudio hicieron muchos de estos desarrolladores para construir tanta vivienda a precio tan caro en Puerto Rico, un país en desarrollo. A lo mejor los desarrolladores se merecen lo que tienen ahora, los bolsillos casi vacíos debido a un mercado de bienes raíces deprimido y un inventario enorme. Expertos dicen que el mercado de estas viviendas ya se ha estabilizado, o sea, que su precios ya ha tocado fondo. Lo que siempre ha faltado en Puerto Rico es vivienda de interés social, pero el nivel de ganancia para estos proyectos nunca ha sido muy alto.

Bueno, ahora vemos que los desarrolladores de uno de estos edificios, localizado cerca de la llamada Milla de Oro, han decidido someter sus apartamentos al Plan 8, un programa federal, que subsidia propiedades de alquiler. Esto ha sorprendido a muchos, pero el razonamiento de los desarrolladores que esta es una manera de recobrar sus gastos. Consultores de bienes raíces sentencian que las propiedades nuevas en Puerto Rico han caído hasta un 30 por ciento en valor. La economía deprimida también ha afectado a la venta propiedades “viejas”. Sorprende su valor tan deprimido.

El Plan 8 le sirve bien a gente de una clase social más baja, ciertamente, estas propiedades de lujo no se construyeron para alquilarlas y mucho menos a familias de bajos o medianos recursos.

Para agudizar el problema de bienes raíces, los potenciales compradores de estas viviendas se están yendo de la Isla en búsqueda de estabilidad económica o mejores condiciones de vida. Hay unas incógnitas, especialmente sobre las cuotas de mantenimiento de estos apartamentos. Por obligación dado la complejidades de estos desarrollos, las cuotas de mantenimiento no van a bajar de cierto nivel. Pero, el alquiler bajo el Plan 8 podría ser una estrategia para recobrar algo de la inversión en una economía en la que la industria de construcción está detenida. Y todos sabemos que cuando una construcción está deprimida, la economía está en mal estado.

Me imagino también que los vecinos de propiedades aledañas a este edificio, suponiendo que son también de lujo, están preocupadas que viviendas bajo el Plan 8 deprimirán el valor de las propiedades del vecindario. También existirá la posibilidad que no se sientan a gusto con vecinos que no son de su clase social. En la Milla de Oro y las áreas urbanas, Puerto Rico está lleno de viejas estructuras grandes vacías, dando a San Juan un aspecto de ghetto. Por supuesto, sus paredes están repletas de graffiti.

Este fenómeno de someter a los apartamentos al Plan 8 se podría repetir en muchas comunidades. Si se le ocurrió a un desarrollador someter sus viviendas de lujo al Plan 8, tal vez otros sigan su ejemplo. Veamos.

Crédito foto: AnnaAM, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/deed.en)