Economía subterránea y la marihuana

Economia Solidaria

Hay asuntos que inciden en la vida pública una y otra vez; sus complejidades, aparte de sus esencias temáticas, se deben a las divisiones y las oposiciones que causan. Esto es así con la controvertible cuestión del consumo de la marihuana.

Tan reciente como ayer se publicaron noticias al respecto que señalaban la discusión nuevamente en la legislatura local. La materia ocupa diversas vertientes, entre ellas, la utilización de la marihuana para uso medicinal y la descriminalización.

En el debate en la Isla han entrado argumentos religiosos, legales, médicos, y parece ser que la despenalización y mucho menos la legalización, como ocurrió hace poco en Uruguay, donde se ha reglamentado su venta, cultivo, consumo y distribución, con el Estado como eje controlador y supervisor, están más lejos de la verdadera consideración/aprobación legislativa.

En una pasada entrevista que le realizara El Post Antillano al doctor José Vargas Vidot, este sostuvo no solo la evidencia científica que existe sobre el valor medicinal de la marihuana sino que agregó que el marco de ilegalidad a la que ha sido expuesta ha aumentado su valor en el mercado subterráneo, convirtiendo los puntos más violentos aquellos que quieren tener el control de la misma.

“La descriminalización sería una forma de disminuir considerablemente la presión que hay en la olla. Yo empezaría trabajando el proyecto de la marihuana medicinal. Segundo, empezaría a disminuir las penas (de cárcel)”, indicó en aquella ocasión el Director ejecutivo de Iniciativa Comunitaria, atribuyendo a dicha gestión la posibilidad de aminorar la violencia ocasionada por el tráfico de drogas que según dijo representa el 70 por ciento de la economía subterránea del País.

 De esta manera, son millones los que no se reportan al fisco, además que se continúa inhabilitando la pobre eficacia de nuestro sistema punitivo y se sigue dando la espalda al mundo, que en ciertas regiones y países, ha llegado a un acuerdo salubrista donde es el Estado quien ejerce como medio educador. Por esta razón, me parece que el asunto no puede meramente despacharse con opiniones fundamentalistas que no estén sujetas a un detallado análisis.

Hay que darse cuenta de una vez y por todas que el sistema punitivo/prohibitivo referente a las drogas y los usuarios aquí no ha funcionado. Si queremos atajar el narcotráfico y el crimen vinculado a él, es hora de hacer las cosas de manera responsable y diferente.

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