La mancha del mangú: etnicidad culinaria y la celebración del IEC

Economia Solidaria

Hay una forma de verse en la cocina, de configurarse al comer, de revestirse de una historia y una autenticidad en la narración culinaria. Cocinar y comer son un relato no tan solo privado, sino colectivo, de pueblo. Así, la sociedad, en este caso caribeña, se va recreando, redefiniendo, mediante el arte gastronómico. Más allá de una tarea cotidiana se convierte en un espacio para celebrar soberanías y evocaciones y sentidos.

De esta forma, el olfato y la vista se vieron inmediatamente impelidos tan pronto llegar a la conferencia que realizara ayer el Instituto de Estudios del Caribe (IEC) en la Universidad de Puerto Rico (UPR), en Río Piedras. Nombrada como Versiones de un mangú: sabor caribeño, memoria cultural y etnografías alter-nativas, por la Dra. Lidia Marte del Departamento de Sociología y Antropología, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UPR-RP, la ponencia recibió a los asistentes con un plato pequeño de mangú para cada uno de los que nos convertimos rápidamente en comensales. Estuvieron entre el público, la vicecónsul de la República Dominincana en Puerto Rico, Mirtha De Moya, y la decana del Departamento de Ciencias Sociales, Dra. Palmira Ríos.

Pero ayer, además de la amena disertación de Marte, celebrábamos un importante acontecimiento y, de esa manera, lo reveló el rector de la UPR-RP, Carlos Severino Valdez, durante sus palabras de bienvenida. “Este es un día muy especial para el Instituto de Estudios del Caribe porque celebra su conferencia número 200 de este ciclo (15 ciclos en total, desde 2007 al 2014). Las conferencias caribeñas son hoy día, sin duda alguna, un referente indispensable para conocer las más relevantes investigaciones sobre la región en este momento”. Y prosiguió: “Durante todo este tiempo, el Instituto ha logrado a través de las conferencias caribeñas, con la participación de los más destacados académicos investigadores el estudio y la discusión de una gama de temas relacionados a diversas disciplinas”.

Continuando con su intervención, Severino Valdez, aseveró que “la Universidad de Puerto Rico, y en particular el recinto de Río Piedras, es, sin duda, el epicentro del País desde donde se desarrolla y se difunde la actividad intelectual, la investigación y la producción de conocimiento a través del cual se enriquece la cátedra y se aporta significativamente a la sociedad de la cual somos parte esencial y el Instituto de Estudios del Caribe es uno de los centros que contribuyen a la producción de ese conocimiento que aporta grandemente a cumplir la misión que tenemos como institución y nos afirma además como un integrante neto de ese espacio tan singular que es el Caribe”.

Por su parte, el director del IEC, Humberto García Muñiz, presentó varias gráficas que exponían datos interesantes sobre dicho ciclo de conferencias como, por ejemplo, el número de conferencias por región, las disciplinas académicas que se han cubierto, resaltando el carácter interdisciplinario, la procedencia geográfica de los conferenciantes y la procedencia por universidades de los comentaristas.

En relación a la ponencia, la Dra. Marte, quien confirmó que regresa a la Isla por “un proyecto de vida", apuntó el carácter sagrado y ritual de lo que ingerimos. “La comida nos ayuda a aterrizar en las concreteces de la lucha por nuestra supervivencia, por nuestra dignidad, la inserción laboral y la necesidad impostergable de la nutrición que compartimos con el resto del planeta. Pero usamos también esta relación vital para la más elaborada de las abstracciones simbólicas, investimos lo que consumimos con una sacralidad ritual. En lo social nos consumimos unos a otros y dejamos huellas de ello en la forma de violencia estructural y simbólica, donde la comida es un espacio de inseguridad y se usa como un arma. Cómo, dónde y lo que comemos parece estar entonces al centro mismo de nuestra experiencia humana”.

De esta manera, Marte expuso un análisis etnosemiótico del mangú, visto desde las diferencias entre Nueva York, República Dominicana y Puerto Rico. O sea, como ella bien expresara, tres versiones, tres subjetividades, tres particularidades de un mismo plato. Mientras en Nueva York parece embestirse de “resistencia política” y de una “resignificación diaspórica”, en República Dominicana el plátano, consumido por todos los sectores de la sociedad, es un ejemplo de soberanía alimentaria, y en Puerto Rico se hace visible y patente la "dominicanidad" en una isla que aun cuando es similar ejerce la problematización del lugar-colonia, a la vez que funciona como un diario de la memoria (“memory work”).

Finalmente, el comentarista, Dr. Cruz Miguel Ortiz Cuadra del Departamento de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico en Humacao, habló sobre cómo un producto se convierte de un estado natural en un estado cultural partiendo de una habilidad reflexiva. Manifestó que tanto el mangú como el mofongo es el “deseo de hacer mucho con poco”.

Las conferencias caribeñas son coauspiciadas por El Post Antillano. Si quiere ver la ponencia en su totalidad, acceda a www.ustream.tv/recorded/54697509.