Cuba y Estados Unidos, ¿y Puerto Rico, qué?

Economia Solidaria

El presidente Barack Obama y el presidente Raúl Castro anunciaron el comienzo del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. El anuncio se da en medio del intercambio de prisioneros; Estados Unidos libera a tres prisioneros políticos cubanos que son parte de los cinco detenidos cubanos acusados de espionaje y Cuba libera a dos prisioneros de Estados Unidos acusados de espionaje en Cuba. Cuba anunció, también, la prospectiva liberación de 53 prisioneros políticos dentro de la isla. El anuncio viene acompañado del comienzo de unas tenues relaciones internacionales. Cuba enviará embajador a Estados Unidos y dicho país hará lo propio, cuando reciba autorización del Congreso.

El restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos coloca a Puerto Rico en el centro del proceso. El profesor Antonio Gaztambide ha afirmado, en sus cursos en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, que el país que recibió el mayor impacto a la luz de la revolución cubana fue Puerto Rico. Este dato nos coloca en una posición interesante, ya que Puerto Rico se puede enfrentar a grandes oportunidades comerciales y sociales con la apertura de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Ya algunas voces alarmistas han salido al paso gritando a los cuatro vientos que esto es el desastre para Puerto Rico. Algunos sectores, como no es sorpresa para nadie, van a tratar de utilizar el miedo como arma para empujar una preferencia de estatus, en este caso la estadidad.

El anuncio del restablecimiento de las relaciones no se da en el vacío. Ya desde diciembre de 2013 se especulaba sobre dicho proceso, y al parecer las conversaciones se habían iniciado para dicha fecha. En el funeral de Nelson Mandela, Barack Obama y Raúl Castro se dieron un histórico apretón de manos que sirvió de fundamento para que se comenzara a hablar de una descongelación de las relaciones. En febrero de 2013, Patrick Leahy, senador por Vermont, y Jeff Flake, senador por Arizona, habían viajado a Cuba; interesantemente ambos senadores son los mismos que viajaron con Alan Gross de regreso a Estados Unidos ayer. En mayo de 2014 un nutrido grupo de personalidades, tanto de la derecha como de la izquierda de Estados Unidos, publicó una carta abierta requiriendo un cambio en las relaciones con Cuba. Uno de los firmantes de dicha carta es John Negroponte, quien fuera embajador de Estados Unidos en Honduras durante la era del conflicto centroamericano.

El deshielo en las relaciones con Cuba no implica un regreso a la época de Fulgencio Batista. Esto significa que las relaciones no se van a configurar, al menos inmediatamente, como estaban estructuradas antes de la revolución en 1959. Puerto Rico adquirió su estatus actual, el Estado Libre Asociado, en el 1952 cuando Cuba estaba siendo gobernada por Fulgencio Batista; así que un cambio de estatus está lejos de lograrse a la luz del cambio de relaciones. Por otro lado, el restablecimiento de dichas relaciones no implica que Cuba se convierta en una neocolonia. Solo debemos mirar que Venezuela y Bolivia tienen relaciones internacionales con Estados Unidos y siguen siendo un desafío para la hegemonía norteamericana.

Estados Unidos tiene un nuevo reto internacional con el restablecimiento de relaciones con Cuba. En primer lugar, tiene que adoptar políticas que promuevan la consolidación de su hegemonía en la región, lo cual va a ser difícil y en segundo lugar, tiene que promover una mayor integración comercial. Superado el aislamiento de Cuba, una consecuencia podría ser que se consolide el poder de los organismos bolivarianos en la región. Así que este capítulo se está abriendo; una Cuba que ya no está aislada implica una renovación de las estructuras bolivarianas en el Caribe.

Contrario a lo que han dicho algunos analistas en la prensa corporativa, Cuba no está moviéndose hacia Estados Unidos, abandonando el proyecto bolivariano venezolano, sino que probablemente esté fortaleciendo dicho proyecto al restablecer las relaciones con Estados Unidos. Puerto Rico queda en medio de ese reto. La respuesta del pueblo puertorriqueño no puede descansar en lo que digan los “líderes”; debe descansar en la sociedad civil.

Crédito foto izquierda: Patrick Dinnen, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)

Crédito foto derecha: Chris Breeze, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)