La llegada del IVA, fin de los cuentistas

Economia Solidaria

La discusión, de corte democrático, que produjo el proyecto de ley de la Cámara Núm. 2329, conocido popularmente como el impuesto del IVA, merece todo nuestro respeto. Realmente hablando, a partir de la presentación del mismo por el gobernador, Alejandro García Padilla, del oficialista Partido Popular Democrático, todo el mundo asumió posiciones a favor o en contra, y salieron a la calle a protestar.

De igual forma, muchos sectores, en particular los hombres y las mujeres de negocios, comparecieron ante las vistas públicas legislativas a testificar de una forma u otra en torno al proyecto. Esto, dentro de nuestro formato constitucional vigente, constituye un ejercicio de democracia en nuestro régimen de democracia representativa o delegada. En otras palabras, el pueblo dejó conocer su sentir y los legisladores deben ahora asumir su rol de incorporar ese sentir al proyecto final que se ha de presentar para votación.

Ante la falta de liderazgo de izquierdas en Puerto Rico y, por otro lado, ante las contradicciones del liderato neoliberal de derechas, el gobernador García Padilla se quedó solo defendiendo a favor su proyecto. Ante este cuadro, no hay duda hoy que el proyecto va a ser aprobado con modificaciones que reflejen el sentir democrático de la experiencia. El proyecto tendrá modificaciones en el área de la tasa (por ciento de cobro del impuesto), la base (a quiénes les aplica) y las exenciones. Pero, que nadie tenga duda que viene un nuevo impuesto que transforma el sistema contributivo de la Isla y el mismo se llama IVA (Impuesto al Valor Añadido).

Pero, ¿hay algo que podamos hacer entre esta semana y la próxima cuando se espera que termine de ser redactado el borrador final del proyecto 2329?

Nos parece que este es el momento que los opositores de izquierdas, antineoliberales y, sobre todo, el genuino pueblo trabajador y de a pie, vayan ante la Legislatura y cabildeen con los legisladores. El tiempo de decir “no al IVA” pasó. El IVA viene, lo que hay que forzar es un diálogo que incluya un IVA a las transacciones que sea flexible (que a distintos productos o servicios un valor diferenciado de tributación); una moratoria del impuesto a nuestros hermanos y hermanas más necesitados, en particular, al pueblo de adultos mayores; un impuesto de IVA que afecte las transacciones por Internet; y un impuesto que sobre todo afecte las transacciones bancarias de las multinacionales que existen y operan en Puerto Rico y que diariamente repatrian dinero a sus casas matrices.

En fin, que es el momento de ponerle presión al proyecto final del IVA. Nadie se puede quedar dormido en este momento. Nadie es nadie.

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