Mundo cruel: de libro a pieza teatral

Crítica literaria
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Después de haber sido representada alrededor de 3 años atrás, regresó al escenario la adaptación del libro de cuentos Mundo cruel de Luis Negrón. El libro es la primera obra literaria escrita por Negrón y fue premiada con el Lambda Literary Award como el Mejor Libro Gay de 2014 en los Estados Unidos, siendo esta la primera vez que un libro traducido gana este premio. Actualmente, Negrón se encuentra trabajando en su segunda obra literaria, pero no quiso precisar si sería una colección de cuentos, novela o algo más.


Mundo cruel se compone de 9 historias, totalmente diferentes entre sí, pero con un hilo conductor: la homosexualidad. Son crónicas, anécdotas, confesiones, tragedias y crímenes, enmarcados por un espacio que todas comparten: Santurce. Negrón cuenta que tardó alrededor de 3 años en completar esta colección de cuentos porque “quería que sonara auténtico”.

“El peor peligro que se puede tomar un autor es hacerse trampa a sí mismo, o cualquier creador, presentar algo que no es honesto, que no está listo, que no tiene corazón”, confesó. Afirma que las historias más que de una idea, surgieron de una necesidad, de un llamado. Además establece que también responden a su necesidad personal de escribir. “Había unas historias que había que narrar, y había que narrarlas de cierta forma…Yo quería hablar de estas loquitas del montón, de esta gente que nadie habla”, expresó.

Ciertamente, en el cuento de “La Edwin”, se nos presenta a un gay “del montón” contándole un “bochinche” a un amigo a través de una llamada telefónica. Presenta otra perspectiva del mundo gay, una más humana y creíble, que se aleja del estereotipo del homosexual hipersexual.

Sin embargo, como mucha de la literatura LGBTTQ, Negrón no se olvida de temas importantes para la comunidad, el VIH. El cuento “El jardín” trata sobre Willie, un profesor que tiene sida y desde su cama, y lecho de muerte, está haciendo los preparativos para su última despedida de año. Su pareja, un joven “jíbaro”, y la hermana del profesor, ya han aceptado que Willie morirá y cumplen con todos sus deseos y caprichos. Como narrador este texto implicó un reto “porque yo no tengo sida, no soy VIH [positivo], así que yo sentía como una responsabilidad; tuve mucho cuidado, pensaba en ese momento que estaba pisando otro terreno. Fue un cuento que tuve que reescribir varias veces”, nos cuenta.

Por otro lado, en “Junito” nos topamos con un padre preocupado porque cree que su hijo es gay, por lo cual decide emigrar a Estados Unidos para que su hijo crezca más seguro. “Yo creo que ese es un cuento sobre el papá muchos quisiéramos tener. Es un cuento sobre la macharranería, la masculinidad y sus variaciones”, añadió el autor.

No obstante, para Negrón, cada cuento tiene la intención de tocar un tema más allá de lo que narra. “Por Guayama” es sobre la soledad, sobre lo irracional que podemos ser a veces porque simplemente estar solo no es una opción. También habla un poquito de la vejez, de cuando los hombres gays caducamos. Los hombres gays caducamos bien rápido, ya a los 40 nadie quiere saber de ti”, dijo entre risas. “Por Guayama” narra la historia de Naldi, un hombre a quien se le muere su perra llamada Guayama, a quien amaba como una hija. Mediante cartas Naldi trata de conseguir a su amigo Sammy porque le debe dinero. Él necesita el dinero para disecar a Guayama y que lo acompañe siempre.

Así sucesivamente, cada cuento no se queda meramente en la historia narrada. En “El vampiro de Moca” el protagonista dice que no le gustan los bugarrones, pero, sí le gustan. En este cuento se cuestiona la visión o el estereotipo de los hombres “bellos, masculinos y cien por ciento activos”. “Quería transgredir, pero no quería simplemente transgredir desde la homosexualidad. Por ejemplo en “Junito”, el papá es un macharrán, se supone que no tenga esa compasión y sin embargo, la tiene. Siempre se dice que las mujeres son menos homofóbicas, en “Muchos”, pues te está dando la otra cara, aunque ellas no se reconocen como homofóbicas. En “El jardín”, aunque no lo menciono directamente, es sobre la academia, estos son profesores, y ahí no va nadie a visitarlos. En “Mundo cruel”, el cuento, los personajes homofóbicos son gays. Y eso no quiere decir que nosotros somos culpables de la homofobia, sino que participamos”, reflexionó.

Ahora bien, solo 6 cuentos fueron seleccionados para la pieza teatral: “El vampiro de Moca”, “El elegido”, “Muchos”, “Por Guayama”, “La Edwin” y “Junito”. Según Negrón, estaban buscando los más fáciles de representar, ya que un cuento como “Mundo Cruel”, por su complejidad, “necesitaría una obra completa”.

Gil René, actor y director de la pieza, y quien junto a Negrón estuvo a cargo de la adaptación. Si el hilo conductor del libro es la homosexualidad y Santurce, en la obra hay que añadir un tercer elemento: la utilería. Los props de la obra pudieron haber sido un personaje por sí mismos. Por ejemplo, los tubos en forma rectangular que fueron la puerta de la casa en “El vampiro de Moca” y “La Edwin”, fueron también la parada de “Junito”, el tendedero de ropa en “Muchos”, una guagua en “El elegido”, y una nevera en “Por Guayama”.

Los actores aprovecharon el escenario artificioso y la tarima en forma de cangrejo para integrarlos en la representación de “Muchos”. En esta pieza cuando las vecinas comienzan a listar todos los gays de Santurce, los actores desprenden las pinzas del cangrejo del escenario y se las ponen en las manos. Acompañados por una luz blanca que se apagaba y encendía a alta velocidad, movían las pinzas como si se estuvieran peleando dos cangrejos.

Pero un buen texto teatral no sirve de nada sin unos buenos actores. Gabriel Leyva, actor a cargo de caracterizar “La Edwin”, una de las piezas que más risas causó en el público, también representó el papá en “Junito”, una de las más tristes y conmovedoras historias. Viajando así desde un personaje de “loca”, con su camisita cortada a la mitad y pantalones licra, hasta un macharrán de la calle, sin problemas.

“De todos los personajes, el más que se pareció, fue el del cuento de Junito”, dijo Negrón, refiriéndose a lo que él imaginó cuando escribió este cuento.

Una historia que lograron representar a pesar de ser muy compleja fue “Por Guayama” ya que está narrada mediante las cartas que le envía Naldi a su amigo. A Negrón se le ocurrió que podían hacerlo un musical. El personaje de Naldi fue caracterizado también por Leyva, quien tuvo que cantar bachata, merengue y otros ritmos.

Entre risas, sorpresas, aplausos y unas cuantas lágrimas, el público presente pudo degustar de lo cruel, pero gracioso que puede ser el mundo gay.

Pero todavía hay mucho Mundo cruel que compartir, pues próximamente será publicado en Argentina, Cuba y Eslovenia. El libro también se estará traduciendo al portugués y al italiano. Esta obra literaria puede extrapolarse y leerse en otros países e idiomas porque, como bien señalan los personajes de “Muchos”, el mundo está lleno de gays. El Mundo cruel y el mundo real son iguales o muy parecidos: una combinación de sexo, tristeza, “bochinches”, amor y un poco de picardía. “No hay felicidad completa, ni miseria completa”, así resumió Negrón la propuesta del libro y también de la obra.

Crédito foto: condesign, www.pixabay.com, bajo licencia de dominio público