Sé que es casi cómico cuando todos los sectores se oponen a los impuestos y señalan con fuerza que se los impongan a otros. En estos tiempos debido a una economía en quiebra, el Gobierno está buscando dinero hasta debajo de las piedras.
Se habla de que hasta el Banco Gubernamental de Fomento se va a quedar sin dinero para operar.
Se también que hay una crisis económica que ha llevado al Gobierno a imponer por lo menos 80 nuevos impuestos. No me debe sorprender que cada sector se oponga a que le impongan o le suban los tributos. Pero es que todos en Puerto Rico están de acuerdo con que el Gobierno necesita más ingresos para poder seguir proveyendo servicios. Lo que pasa es que cada sector dice “a mí no, que paguen los demás”.
Ahora hay una riña entre la industria de licores y la Legislatura ante una nueva legislación impositiva. A consternación de los distribuidores de licor, se ha propuesto una medida en la Cámara de Representantes que impondría más impuestos a las bebidas derivadas de vino. También propone un alza más moderada para todos los demás licores.
Los impuestos aumentarían a $5.50 por cada galón de un producto basado en vino. En Hacienda se argumenta que el tributo eliminaría la inequidad entre los licores, ya que los vinos o las bebidas que se basan en vino pagan menos que los demás licores.
Un distribuidor de bebidas alcohólicas emitió el siguiente extraño comentario: que los bebedores de estas bebidas basadas en vino comenzarán a consumir espíritus alcohólicos con más contenido de alcohol. Sentenció que la gente se va a embriagar más, causando más alcoholismo en la sociedad. ¿Oh, de manera es que la razón que motiva la oposición a la medida es una altruista? Eso no se lo cree nadie. O como diría un famoso reportero de radio y televisión: “¿usted cree que yo le creo?”.
No me puedo apenar con los distribuidores de estas bebidas basados en el vino, que aplicaría también a sangría confeccionada en Puerto Rico. En tiempos de crisis, los legisladores siempre apuntan a los vicios como la bebida y los cigarrillos. Nadie está hablando de formar una “Liga de la Temperanza”. El licor es un lubricante social, pero ciertamente no es un artículo de necesidad. Además, no creo que los boricuas dejen de darse un coctelito de vez en cuando.
Crédito foto: Davide Restivo, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)