Donald Trump, los migrantes y el racismo

Economia Solidaria

Donald Trump, el magnate y celebridad mediática de EE. UU., anunció en días recientes que aspira a la presidencia de EE. UU. como precandidato del Partido Republicano. Así las cosas, indicó en su presentación de candidatura, que los mexicanos, como migrantes, entre otras cosas, son los responsables en EE. UU. del narcotráfico, la corrupción, la delincuencia, y las agresiones sexuales contra mujeres. En EE. UU., con una población de más de 450 millones de personas, 33 millones se reclaman mexicanas.

Su comentario en cualquier lugar del mundo habría de ser clasificado como racista. Más aún, debería de haber retirado su precandidatura por no ser un candidato apto para el puesto. Todo esto sería en un país “normal”, no obstante, en EE. UU. se tolera. Sobre todo que se tolera la xenofobia dependiendo de quien venga. A Trump, por su dinero y poder mediático, se le tolera.

El Gobierno mexicano respondió por vía de su secretario de la gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien indicó con cifras económicas como la relación entre ambos países es económicamente muy beneficiosa. En particular para EE.UU. donde la economía depende del factor de la fuerza de trabajo e inversión de los migrantes mexicanos. No solo los mexicanos producen más de $17 mil millones de dólares a la economía de EE. UU., sino que controlan uno de cada 25 comercios en dicho país. En promedio, un empresario mexicano crea 1.2 empleos. Pero, para EE. UU. y sus empresarios, México es un destino de vital importancia. El 50 por ciento de toda la inversión económica del extranjero en dicho país se origina en EE. UU.

 En Puerto Rico bajo los programas de incentivos de las Leyes 20 y 22 de 2012, empresarios como Donald Trump han invertido en la Isla, con grandes programas de incentivos económicos. Se trata de programas especiales para no tributar. La concentración principal de dicha inversión de Trump en Puerto Rico yace en los hoteles de la costa norte, controlando tierras entre los municipios de Loíza y Río Grande. Ambos son municipios pobres o de escasos recursos, y cuya población es fundamentalmente negra. ¿Los comentarios de Trump podrían escucharse en Puerto Rico?

Las inversiones y los inversionistas deben venir acompañados de una ética al respecto a la igualdad y no discriminatoria. Tendríamos que ver cómo empresarios como Trump ayudan al desarrollo de los países, más allá de aportar dinero, sino de aportar con una ética del bien. Ni Trump es apto para correr como presidente de EE. UU., ni sus comentarios fortalecen una cultura de paz y armonía en el mundo. El dinero, realmente hablando, no lo es todo.

 Crédito foto: Gage Skidmore, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)