Los informes Krueger y Donahue fueron analizados en profundidad por el sector sindical en un concurrido conversatorio celebrado ayer en las instalaciones de la UIA en Hato Rey. El licenciado Carlos Quirós Méndez y el presidente de la UTIER, Ángel Figueroa Jaramillo, franqueados por Eva Ayala de EDUCAMOS y el Padre Pedro, líder comunitario, presentaron el cuadro de perspectivas que ambos informes sostienen en su contextos y donde el pueblo recibiría la penalidad de los cambios y los recortes propuestos como una “salvación” a la crisis económica.
La verdad es poner a caminar lo imposible en el caso del informe Krueger ya de mala recordación por su desconocimiento del caso de Puerto Rico y sus realidades, y el informe Donahue igualmente complejo que poco propone en este ir y venir con los señores bonistas aireados en sus oficinas de Nueva York, Chicago, Los Ángeles, con la única condición de que Puerto Rico sobre toda circunstancia salde su deuda con ellos.
Figueroa Jaramillo discutió en sustancia el Informe Donahue, al mismo tiempo que instó a mayor acción del pueblo y su diversidad de sectores. “Hay que hablarle al País”, señaló Jaramillo. “No tendremos País si nos quedamos callados”, sentenció luego de ofrecer todos los pormenores en el informe “La transformación de la AEE: el camino a la sustentabilidad”, con fecha del 1 de junio de este año y con la rúbrica de Donahue.
Por su parte, Quirós habló de los desaciertos en el Informe Krueger y presentó su alarma sobre cómo se afectarían los jóvenes trabajadores si se aplicase la reducción en el salario mínimo federal e instó a que dentro de las propuestas se incluya también un aumento a los contribuciones de las grandes corporaciones, aquellas que pagan poquísimo y se llevan la gran tajada fuera de Puerto Rico.
“No se debe ver como una alternativa real”, puntualizó Quirós en su perspectiva sobre el Informe Krueger.
Padre Pedro fue contundente en sus palabras: “Hay que levantar la patria”.
¿Estamos dispuestos?