Tiempo de hablar de decrecimiento económico

Economia Solidaria

Tres conceptos atrapan mi atención al hablar del plan de ajuste económico: crecimiento económico, reforma estructural y estabilidad fiscal. Los tres reflejan una inclinación ideológica muy marcada a favor de visiones neoliberales de la estructura social. El crecimiento económico, tal y como lo visualizamos hoy en día, es un mito. ¿Realmente alguno de los que me está leyendo cree que es posible crecer infinitamente dentro de un universo finito? La mera posibilidad de que alguien crea que es posible pensar en crecimiento infinito es un contrasentido, ya que la lógica nos indica que la existencia en un universo finito tiene que ser finita. Si el universo en el que nos movemos es finito, es decir que tiene un final, la posibilidad de una existencia infinita es nula, ya que la misma depende de que haya un universo que la sostenga.

Claro que esta reflexión supone que quienes estén elaborando política pública, al igual que los magnates de la industria, sepan algo de filosofía, lógica o de pensamiento crítico. Pero esas artes, ya por estar desfasadas o por simplemente ser inútiles para sus intereses, no son objeto de su curiosidad intelectual. La ausencia de una crítica articulada sobre el uso del racionamiento claro es fruto de la misma existencia de la sociedad neoliberal. Si queremos que sea posible que la gente, en su sentido amplio de masa, crea en el mito de un crecimiento infinito, entonces tenemos que limitar su acceso a instrumentos intelectuales que sirvan para denunciar lo absurdo de dicho proyecto de desarrollo económico.

Es por esta razón que el tema del crecimiento económico sigue siendo el referente básico del discurso político y económico. El partido va anunciando el crecimiento como destino nacional. El analista elabora un plan para promover el crecimiento económico y salir del estancamiento en el cual estamos desde el 2007. El consultor internacional promueve el desarrollo económico, el hijo ilegítimo del crecimiento destinado a los países del tercer mundo.

El activista habla del derecho al desarrollo, y el europeo amenazado por las hordas de inmigrantes que vienen sus tierras, a reclamar lo que es de ellos, reclama su derecho soberano a mantener un crecimiento económico saludable.

Todos asumen que estamos hablando de algo de verdad. Crecimiento sin fin, crecimiento económico, ajuste estructural, ajuste fiscal. Hablamos como si de verdad fuera posible que en todas partes del mundo, a todas horas y al mismo tiempo, el crecimiento fuera una posibilidad.

Obviamente en un universo de recursos finitos el crecimiento siempre va de la mano de la expoliación. Solo es posible crecer indefinidamente si alguien es privado de alguna estabilidad económica. Es por ello que los refugiados de Siria son una amenaza para los europeos, y en su caso los americanos. Si vienen es porque se les ha negado el mito del crecimiento, y vienen a reclamar lo que les toca del mito colectivo.

Podría ser que estemos al borde de tener que comenzar a hablar de decrecimiento. ¿Por qué en lugar de decir que queremos crecer no decidimos dejar de crecer económicamente y hablar mejor de decrecimiento económico? Probablemente de ese modo podamos reducir la presión de tener que lograr una meta que es una ficción. Al fin y al cabo, como el crecimiento económico, los sueños, sueños son.

Crédito foto: Pictures of Money, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)