En varias ocasiones he escrito sobre el Departamento de Educación (DE); recuerdo que entre ellas fueron las polémicas como cuando se pretendía “integrar” las clases de español y estudios sociales en los primeros grados escolares, o por el cierre de escuelas y consolidación de otras.
Hoy siento la urgencia de regresar por las mismas andanzas. No creo apartarme mucho de la realidad cuando opino que el DE se ha anquilosado terriblemente y a veces, lastimosamente, dudo si podrá salir de su marasmo, de su parálisis; espero equivocarme.
Esta vez se presentó en la Cámara de Representantes el proyecto 1720 de la legisladora Luisa Gándara, que pretende incluir terapias alternativas para los estudiantes de educación especial. En la exposición de motivos se manifiesta lo siguiente: “Las terapias alternativas han venido a ocupar un lugar importante en el ámbito de las deficiencias en el desarrollo. Las mismas suplen unas áreas no abordadas por las terapias tradicionales y se enfocan de manera integral. Potencian la energía en los niños y niñas y logran un equilibrio que los ayudan a adaptarse al medio ambiente. A diferencia de otro tipo de terapias, que solamente se centran en la alteración física, las terapias alternativas son integradoras y abarcan mente, y cuerpo facilitando su desempeño en los diferentes contextos, como en el juego, la escolaridad y las actividades de la vida diaria”.
Como parte de dichas terapias alternativas, se dio a conocer el surfing como una de ellas, siendo uno de los ponentes a la Comisión de Educación de la Cámara de Representantes, Giovanni Martínez, psicólogo clínico y fundador de la organización sin fines de lucro Surf4D.E.M. (siglas que significan desarrollo emocional y motor), que brinda servicios a niños con condiciones especiales. A Martínez lo había entrevistado para El Post Antillano el pasado año y me había explicado que la iniciativa del llamado surfing simplificado comenzó como un proyecto de investigación en el que se evaluaron los efectos positivos del surfing especialmente en niños con autismo. Entre los resultados notables se visibilizó una mejoría en las destrezas de comunicación y socialización como cambios físicos, por ejemplo, en la tonalidad muscular, y un mejor desempeño en todas las áreas.
Hoy volví a hablar con Martínez y compartió que “de parte de nosotros (Surf4D.E.M.) es el primer paso y en la dirección correcta” y agregó que tanto la Cámara de Representantes como la comunidad apoyan dicha iniciativa. Por su parte, el entrevistado puntualizó que aun cuando se proponen las terapias alternativas, eso no significa en ningún caso que se pretenda suspender las terapias tradicionales.
Pero adivine qué. Según parte de prensa publicado ayer, el DE no ha aceptado con beneplácito el proyecto porque representa un gasto presupuestario destacable y porque más bien dichas terapias son una especie de recreación no determinadas como tratamiento.
Y regreso a la exposición de motivos de dicho proyecto y sostiene que: “Sin embargo, a pesar de la importancia de estas terapias, el programa de educación especial del Departamento de Educación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico dirige sus esfuerzos en ofrecer exclusivamente terapias de corte tradicional a los niños y niñas con necesidades especiales, sin considerar el espectro de terapias alternativas existentes que pueden ser de mayor beneficio para los estudiantes con necesidades especiales”.
Continuando con la entrevista a Martínez y de acuerdo a la respuesta negativa del DE, el psicólogo clínico reconoce que será “un camino largo (...) y yo estoy seguro que las terapias alternativas se van a incluir en algún momento”.
Sobre la exposición del DE en el día de ayer, Martínez opinó que la agencia, quien envió a una representante, mostró un “desconocimiento notable”.
Es indudable que Puerto Rico se encuentra en una complicada situación fiscal, pero el DE no pueden continuar (esta situación no es nueva) lo que he llamado en otras ocasiones siendo “un monstruo de mil cabezas”, inmanejable, insostenible, que se encuentra rezagado de las necesidades actuales del alumnado. Por su parte, insto al DE a que se eduque sobre los beneficios de terapias alternativas que han sido sustentadas por investigación científica.
No es posible que a estas alturas el DE permanezca en un tradicionalismo profundo y tomando decisiones que en nada aportan al bienestar del estudiantado y, en este caso, tan particularmente a alumnos (madres y padres) que no pasan procesos fáciles de inclusión por parte del propio sistema.
Crédito foto: Department of Education of Puerto Rico, Wikimedia Commons, bajo licencia de dominio público