Black Lives Matter: Afroamericanos reivindican su dignidad

Agenda Caribeña
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altEl avance de Black Lives Matter (Las vidas de las personas negras importan) constituye un punto de tensión política en medio de un importante debate sobre la discriminación y la epidemia de violencia policial contra los afroestadounidenses.

Para Keeanga-Yamahtta Taylor, articulista del periódico The Root, Black Lives Matter resulta el más significativo movimiento antirracista en años en Estados Unidos.

La iniciativa, impulsada por mujeres y personas negras transgénero, inició tras la absolución de George Zimmerman, un guardia de seguridad blanco que en 2012 asesinó en Sanford, Florida, al adolescente afroamericano Trayvon Martin, a quien consideró "sospechoso", pese a encontrarse desarmado.

El asesinato en Ferguson, Missouri, del joven negro de 18 años Michael Brown, el 9 de agosto de 2014 por el policía blanco Darren Wilson, potenció aún más el ente impulsado en gran parte por las redes sociales.

Observadores dicen que Black Lives Matter ha servido para la mayor utilización de cámaras en los uniformes de la policía, las acusaciones rápidas contra oficiales por disparar contra personas negras y desarmadas, así como un cambio en la actitud del público hacia el tema.

Entre sus acciones más destacadas se cuentan cierres de carreteras, centros comerciales, puentes y empresas de un extremo a otro de Estados Unidos.

A mediados de septiembre logró incluso la renuncia del jefe policial del poblado de Surf City, Carolina del Norte, luego que este calificara al grupo como terrorista en un comentario de la red social Facebook.

Por ello no es fortuito que miembros de la derecha rechacen sus posturas, como lo demostró semanas atrás una marcha a la cual se unieron 20 mil manifestantes en Birmingham, Alabama, que contraatacó con el lema Todas las vidas importan (All Lives Matter).

Activistas negros argumentaron que encuentran en ese hecho una retórica ofensiva.

¿Todas las vidas son importantes? Por supuesto, pero la realidad es que en nuestro país algunas vidas son más importantes que otras, sostuvo Alicia Garza, cofundadora de Black Lives Matter, en declaraciones al diario digital The Hill.

Agregó que los miembros del denominado partido rojo "están fuera de contacto con lo que está pasando y se niegan a reconocer que hay desigualdad en términos de raza".

Consideró "vergonzoso" que los conservadores quieran marginar su movimiento culpando a los afroamericanos por la respuesta ante la brutalidad policial contra las minorías.

Los republicanos están usando un patrón y práctica de violencia contra los negros para galvanizar su base. Están tratando de desviar la atención lejos de lo que ocurre realmente, explicó.

A juicio de los republicanos, el estado de desventaja social en el cual se encuentran las llamadas minorías responden a la aplicación de políticas que consideran liberales y a la ineficacia de los programas del Gobierno.

Garza defendió que algunos activistas interrumpan discursos de los precandidatos a las elecciones presidenciales de 2016, otro de los actos de desobediencia civil que realiza el ente.

Tanto el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, como la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, atestiguaron en distintos mítines electorales el descontento de los activistas, quienes intentan llamar la atención a los aspirantes a la Casa Blanca sobre el actual estado de cosas en torno a la discriminación y la violencia racial.

Los candidatos vienen y hacen discursos, pero en realidad lo que la gente quiere es una conversación. Es necesario que haya un diálogo entre las comunidades afectadas y las personas que los representan, argumentó Garza.

Aseguró que en las próximas semanas, Black Lives Matter lanzará un conjunto de propuestas políticas, además de organizar un foro público al cual serán invitados los precandidatos presidenciales.

La activista señaló que esperan alinearse con otros grupos, entre ellos los inmigrantes, los ambientalistas y los críticos del desmedido poder de las instituciones financieras (Ocupar Wall Street).

DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA, UN DEBATE INACABADO

Ni siquiera la llegada a la Casa Blanca del primer afroamericano detuvo la espiral de violencia y asesinatos contra personas negras en un país fundado sobre las bases de la esclavitud y la discriminación racial.

Debe recordarse que Barack Obama fue electo presidente en 2008 gracias al respaldo abrumador y sin precedentes de la comunidad negra, junto a amplios sectores de las mujeres y los jóvenes.

Pero desde que asumió el cargo en 2009 se observa un desmantelamiento de las condiciones de vida de la mayoría de los afroamericanos -consecuencia de la crisis económica legada por el gobierno de George W. Bush (2001-2009)-, junto a la militarización de la policía y una escalada alarmante de violencia racista.

El silencio casi total de Obama sobre el tema dio paso este año a un tímido reconocimiento del alcance del racismo policial, moderadas propuestas de reforma con fondos insuficientes y aplicación inconsistente, y su llamado a revocar las sentencias mínimas obligatorias que han llenado las cárceles desproporcionadamente de afroamericanos, destacó recientemente el sitio digital Socialist Worker.

Si los líderes demócratas, e incluso alguno que otro republicano están reconociendo Black Lives Matter, es porque cientos de miles de personas han salido a las calles y muchos más han visto sus creencias e ideas desafiadas y cambiadas, sostuvo.

Sondeos muestran que en la actualidad son mejor comprendidos la profundidad de la brutalidad policial y el racismo imperantes en la sociedad estadounidense, un cambio importante de la conciencia social, gracias en gran parte a los activistas.

De acuerdo con el Centro Pew Research, casi la mitad de las personas blancas pensaba el año pasado que el país había hecho todo lo posible para poner fin a la discriminación racial.

Hoy, ese número descendió a menos de un tercio. Más de la mitad de los blancos, junto al 86 por ciento de los negros consideran que aún queda mucho para superar el racismo.

Black Lives Matter enfrenta numerosos retos, si se tiene en cuenta que la mayoría de los estadounidenses piensan que las relaciones raciales en el país son malas y pueden empeorar.

Casi seis de cada 10 ciudadanos, incluyendo una mayoría de blancos y negros, creen que las relaciones raciales están generalmente mal, y casi cuatro de cada 10 piensan que empeorarán, reveló en julio una encuesta del diario The New York Times y la televisora CBS News.

Por otro lado, en el último año se incrementaron el número de asesinatos policiales, así como los incidentes relacionados con el uso excesivo de la fuerza por agentes del orden, en especial contra negros y latinos, grabados y presentados como prueba.

Una investigación del diario británico The Guardian evidenció que julio de 2015 dejó un récord de 118 muertes a manos de la policía, de los cuales el mayor porcentaje corresponde a los afroamericanos, con una tasa mayor a lo habitual.

Ha habido algunos éxitos, incluyendo el hecho de que hoy es más probable ver a un policía asesino ser acusado, aunque no necesariamente condenado, por sus crímenes. Pero este progreso es aún muy pequeño en comparación a la magnitud del problema, destacó un artículo del sitio digital SocialistWorker.org.

Vaticinó además que la supervivencia y fortalecimiento de Black Lives Matter dentro del conjunto de los movimientos sociales, será posible en la medida que genere presión, no sólo a los legisladores, sino también a los fiscales y la opinión pública respecto al inacabado debate sobre la desigualdad racial y económica.