Reconstruir a Puerto Rico: el pago ordenado de la deuda [constitucional]

Economia Solidaria

(San Juan, 12:00 p.m.) En los pasados meses, a través del gobierno de Puerto Rico hemos aprendido a comprender lo complejo que es la situación fiscal del país. Es curioso, pues para un territorio colonial sin experiencia de transitar en organizaciones internacionales, la presente situación nos confronta con las limitadas herramientas que tenemos para pagar o no pagar los $72 mil millones de dólares que adeudamos.

Lo que esta en juego por un lado, es una deuda publica asumida por gobiernos anteriores, y un gobierno actual que bajo las obligaciones constitucionales debe cumplir con dicha deuda, o por lo pronto con la cual emana de la Constitución.

La llamada deuda constitucional, es la que surge de la obligación del Artículo VI, sección 8 de la carta magna, la cual establece que la deuda constitucional se paga antes que cualquier obligación para con el país. Esa deuda constitucional asciende hoy a $20 mil millones de dólares. Por otro lado, las corporaciones públicas, entre otras, han asumido otras deudas, que no son constitucionales, pero que en su conjunto ascienden a $52 mil millones de dólares. Estas no tienen el peso de la obligación constitucional, aunque si constituyen una obligación del estado boricua.

Lo que ha sido muy interesante, es el hecho de que el gobernador, Alejandro García Padilla, ha aprendido a manejar, como si fuera el jefe de un estado soberano e independiente, el pago de su deuda publica. En esta medida, como hemos visto en los pasados seis meses, él ha pagado de forma correcta, la deuda publica constitucional, y no ha cumplido con la deuda no constitucional. Esto es un precedente para Puerto Rico, que hoy muchos sectores del país han reconocido como correctos, pese a que aun se puede hacer más.

La economista, planificadora y profesora universitaria, Martha Quiñónez, nos indica que “hay que reconocer lo positivo del acto del gobernador, pese a que aún se puede hacer un poco más”. Para la economista Quiñónez, el gobernador podría seguir cumpliendo con la deuda constitucional, y estructurar, a partir de los cumplimientos, algún tipo de plan de pago más adecuado. Por otro lado ella añade, “que la deuda no constitucional, tiene que ser completamente reestructurada. Esa como está no se puede pagar”.

Aprendamos de las dolorosas lecciones que nos ha dado nuestra condición colonial. Pese a la falta de respeto a nuestra dignidad, el colonialismo ha creado un espacio de autonomía en la cual todos y todas nosotros operamos. En ese espacio, han surgido soluciones adecuadas, como las que se han implementado en torno al pago de la deuda publica por parte del gobernador. Pero también ha surgido importantes sugerencias, como la que en el pasado promovió la propia economista Quiñónez quien pidió una auditoria de la deuda pública constitucional.

Pueblo, nuestros problemas económicos son nuestros. Como también son nuestras soluciones. Así que pensemos como continuar la senda de nuestro desarrollo y autosuficiencia. Luego, nos convocamos a ser libres e independientes. Pensemos.

Crédito foto: Tracy O, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)