Un viernes de compra: ¿se gana o se pierde dinero en la economía de Puerto Rico?

Economia Solidaria

(San Juan, 10:00 a.m.)- Al día de hoy, le llaman globalmente hablando, el “viernes negro”. Esto porque en el sistema de contabilidad de EE. UU., cuando los números económicos están en perdidos, están en negro. Una contradicción, pues la pérdida crea oportunidad de vender por debajo del precio y motivar a la compra masiva. Ante esto, las megatiendas que se originan en EE. UU., unidas con algunas locales de América Latina o de la península Ibérica, han forjado a nivel transnacional el concepto del “viernes negro”.

Para nosotros en Puerto Rico, más allá de problematizar desde una lógica racista el concepto “negro” como lo malo que es bueno, la pérdida que es oportunidad, pero en particular el orden que se convierte en caos por los consumidores desquiciados al momento de entrar a las tiendas, es importante analizar el efecto económico del día de hoy.

Para propósitos del desarrollo de una economía sostenible, el consumo desmedido en los grandes centros comerciales en Puerto Rico, donde se ubican las grandes megatiendas que distribuyen productos importados, esencialmente de Asia y en particular de China, muchos de ellos en el renglón de electrodomésticos o tecnología, la aportación al beneficio del desarrollo económico de la Isla es muy poca. Se trata de la disparidad entre el llamado Producto Nacional Bruto, dinero que se genera en Puerto Rico y se queda en nuestra economía, y el Producto Interno Bruto, dinero que se genera en la Isla y se va de la Isla.

El problema de las megatiendas es que se trata de dinero que se genera en la Isla, y casi su totalidad, o mejor dicho, las ganancias, salen del País de forma inmediata. Solo se quedan en la Isla, los salarios, las contribuciones de responsabilidad social para los empleados y los gastos recurrentes de agua, luz, telefonía y renta. El resto de los recaudos o ingresos se va del País a las casas matrices de dichas tiendas, las cuales en su mayoría quedan en EE. UU.

Si a lo anterior uno le suma que los productos de consumo se importan bajo las leyes de cabotaje existentes para Puerto Rico, pues entonces nos damos cuenta que el negocio es uno redondo para el capital de EE. UU. Es tan crítica la situación de pérdida de riqueza nacional que la Asociación de Empresarios de Puerto Rico diseñó y ha implantado para esta temporada de fiestas de fin de año la campaña “Cómprale al de aquí, primero lo nuestro”.

Esta campaña está dirigida a promover que el gasto, el consumo, su movimiento y ganancia, se queden en Puerto Rico.

En aras de desarrollar un país, limitando la dependencia a las importaciones, las cuales constituyen el 85 por ciento de lo que consumimos, tendríamos que objetar el llamado “viernes negro”. Por otro lado, si las importaciones hoy, en sobre un 80 por ciento benefician al capital de EE. UU., también tendríamos que objetarlas.

Salir a la calle hoy viernes a comprar alocadamente y de forma enérgica no ayuda en nada al desarrollo del País. Simplemente paga sueldos, pero por el resto de los beneficios no nos deja nada en la Isla. Pensemos.

Crédito foto: Powhusku, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)