(San Juan, 10:00 a.m.) Seguimos en la entretenida discusión sobre el futuro político de tal o cual candidato. Al escuchar la frase, “futuro político” sólo me pregunto si se trata de un futuro ya hecho o simplemente se trata de un acontecimiento accidental. ¿Tiene la gente control sobre su futuro político o simplemente se deja llevar? Es que el pueblo lo pide, dirá alguno que cree que nacimos ayer y tenemos todavía tendencia a elaborar racionamientos atados a perspectivas mágicas. Imagino que muchos creen que el realismo mágico de Gabriel García Márquez es más bien una descripción de nuestra realidad. No lo es.
Ya dejamos de creer en la magia, al menos yo dejé de creer en la misma hace como dos años, ¿o más? No estoy seguro, tal vez todavía creo, pero como colectivo debemos de haber dejado de creer. De todas maneras, creamos o no, no hay salvaciones fáciles. Ya David Bernier anunció su aspiración, así que estamos bien. En la sala de su casa, de sus padres que nosotros seguimos llamando la casa, ¿o no? Si me preguntan a dónde voy cuando voy a casa de mi madre respondo igual, “a casa”, luego lo pienso de nuevo, “a casa de mis padres”, digo, con una incomodidad de abandono que se impone al recordar que ya ni sabemos para qué queríamos irnos.
Y David Bernier anunció su candidatura en casa de sus padres, imagino que para restregarle a la gente el origen de su éxito, no sé. Si usted fue Secretario de Estado, Presidente del Comité Olímpico, Director Ejecutivo de la Oficina de Asuntos de la Juventud y Secretario de Recreación y Deportes, realmente no fue porque sea un don nadie. Así que el anuncio como que no me suena a que se trate de un pobrecito de barrio.
Esta cosa de los políticos de restregarle a la gente sus orígenes como si eso determinara quienes van a ser en el futuro. Si ya lo son, si vas a ser candidato a la gobernación es porque unos poderosos ya te eligieron, al menos dentro del Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista (PNP), porque yo no suscribo la tesis de que todos son iguales que sólo nos llevaría al inmovilismo político. Llegó el final, Alejandro García Padilla, gobernador de Puerto Rico, se quitó, y David Bernier dice que va a correr. Muchos no quieren primarias, yo no sé porque si al fin y al cabo en la primaria prevalece lo que dice la prensa. Otros prefieren esperar a ver cómo va la cosa. ¿Y si el fin no ha llegado? Imagino que piensan para sus adentros mientras esperan la conferencia de prensa.
Yo sigo diciendo que hay más partidos. Los candidatos independientes a mí no me convencen, ni una independentista neoliberal ni un exiliado cubano fruto de la guerra fría. Yo prefiero a una senadora independentista o a un profesor universitario que dice que la deuda no hay que pagarla. “Se va a acabar el mundo”, ya se acerca el fin de la deuda, No paguemos, ¿qué creen de eso? Mire compañera y compañero, si su candidato dice que la deuda es primero y que hay que mantener el orden constitucional como dijo Pedro Pierluisi esta semana, su candidato no está pensando en usted sino en los bonistas. Si su candidato piensa primero en los bonistas entonces no debe votar por él o ella.
¿Por qué seguir votando en contra de nuestros intereses? Debemos tomar el ejemplo de Argentina, hay un cambio, ganó el neoliberal, y en menos de una semana ya se cargó al país. Nosotros elegimos a Ricardo Rosselló, obviamente el republicano neoliberal que no le importa su pueblo, al menos usted ni yo le importamos, Para Ricardo Rosselló los bonistas son primero. (Eso me recuerda aquél lema de la administración de su papá que decía “los niños son primero”, luego veo el rostro de Víctor Fajardo caminando por ahí como si nada, el otro día lo vi en una actividad de un colegio privado y nadie salió a insultarlo o caerle encima, al estilo de Rajoy en días recientes, así mismo vi a Edison Misla Aldarondo en un “food court” de Guaynabo, claro ese estaba en su ambiente porque los guaynabitos están acostumbrados a que los suyos entren y salgan de prisión).
Dicen que Thomas "Tommy" Rivera Schatz, expresidente del senado cuando nos cayeron a macanazos en el capitolio, quiere ser gobernador. Lo interesante es que hasta Rolando “Rolo” Silva, pasando por una égida de políticos del PNP le apoyan. ¿Qué de nuevo puede traer este dictatorcillo a Puerto Rico? Lo más seguro la gente, sobre todo la que tiene todo por perder, votará por el macharrán de Rivera Schatz. Probablemente los que le apoyan experimentan algún tipo de manifestación del síndrome de Estocolmo y bien en el fondo dirán “maltrátame pero no me dejes”. Porque si hay algo que este posible candidato representa en Puerto Rico es el machismo hecho política, y sus seguidores no se diferencian mucho de eso.
Por otro lado David Bernier ya anunció. En el anuncio de la sala de sus papás no dijo nada sobre sus propuestas, ni sus proyectos, ni lo que va a hacer. “Pronto vendrá un anuncio al respecto”. Porque es que los candidatos ahora tienen que mantener el suspenso, les queda un año completo para seguir despertando el ánimo de los cansados votantes de nuestra Isla. Es como un intento por controlar nuestras emociones. Todos sabemos que al final la propuesta será más o menos la misma, pero la gente prefiere vivir en la ilusión. “Algo nuevo se acerca”, se dicen, mientras siguen haciendo las cosas como siempre.
Eso del suspenso me recuerda la cosa de la película de Star Wars, que se estrenó ayer. Y los que la vieron ya tendrán ese dulce sabor de la decepción en sus labios. Es como cuando sabemos que no va a ser como lo esperamos pero queremos creer que sí lo será, luego de descubrirlo nuestros labios sienten ese sabor a la decepción mezclada con vergüenza. “Yo sabía que no iba a ser como lo esperaba pero quise esperarlo de todas maneras”. Yo prefiero esperar que Bernier no provoque ese sabor en sus labios.
Se acerca el fin de año y nosotros nos vamos a proponer algo nuevo. Una dieta, cambiar mis corajes, dejar de decir malas palabras… en el fondo sabemos que no lo vamos a cumplir. A lo mejor lo que nos deberíamos proponer es dejar de ser tan crédulos, ni el PNP ni el PPD nos van a llevar a algún cambio. Entonces, ¿por qué no intentar algo nuevo? Obviamente el miedo nos paraliza, para eso nos colonizaron por más de cien años, y funciona.
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