Una soledad compartida

Crítica literaria
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La amante de Gardel (México: Planeta, 2015) es la novela más reciente de la escritora Mayra Santos-Febres. Es la historia del amor y la pasión que unió a Micaela Thorné, mujer negra, estudiante de enfermería y a Carlos Gardel en el Puerto Rico de los años treinta. El Zorzal Criollo llegó a la isla como parte de su gira americana y conoció a Micaela a través de su abuela Mano Santa, curandera al igual que sus antepasadas y gran conocedora de las propiedades curativas de las plantas, a la que acudió el cantor en busca de la cura de su mal que no le permitía cantar. Micaela junto a su abuela acudió al hotel en el que estaba Gardel enfermo, y ambas con sus conocimientos de los poderes curativos de las plantas le ayudaron a recuperar su salud y que pudiera seguir actuando en su gira.

La novela nos cuenta el encuentro apasionado de Gardel y Micaela durante los 27 días que estuvieron juntos en diferentes partes de Puerto Rico, arrullados siempre por la sensualidad y la melodía seductora de la música del tango.  La joven enfermera acompañó a Gardel en sus presentaciones musicales en la isla como amante del que ya se había convertido en un gran ídolo musical. Junto a él conoció y disfrutó por primera vez del deseo del cuerpo, de la pasión amorosa como no lo había hecho en sus veinte años de vida: “Me hacía yo mujer con Gardel encima, ondeando como un mar dulce, de repente encabritado.”

Micaela, a través de un relato íntimo y sincero, nos irá narrando la vida de Carlos Gardel, su infancia en Francia, la relación con su madre, la llegada a América, sus inicios en el mundo de la música y su transitar por espacios poco conocidos para ella. El Zorzal busca en Micaela una oyente con quien pueda ir recreando su historia, la historia de su vida: “Te busqué porque se me montaron unas ganas terribles de hablar con vos. Es difícil encontrar con quien hablar así. Se siente lindo.” Comunión de soledades.  Hilvanado con el relato confesional de Gardel va surgiendo la historia de Micaela, sus ansias de aprender, el deseo de convertirse en doctora, el rechazo de su familia, el de sus compañeras de estudio por ser negra, el apoyo constante de su abuela y la transmisión de sus conocimientos de curandera milenaria, el disfrute y goce de su relación amorosa con Gardel.

El texto está contado en primera persona lo que permite esa relación íntima e intensa con el lector que le acerca a la profunda soledad que Micaela y Gardel comparten. Es el relato conmovedor y doloroso al mismo tiempo de dos seres que se encuentran y comparten una profunda soledad; soledad que les acerca uno al otro como si siempre se hubieran conocido, como si el estar juntos fuera lo más natural en ese momento de sus vidas, lo inevitable, a pesar de sus diferencias de edad, de cultura, de piel y de posición económico-social. “Yo tampoco supe por qué accedí a seguirlo, permitir estas y otras cercanías. Una fuerza mayor me indujo, me condujo, me arrasó.”

La novela tiene veintiún capítulos, cuyos títulos y contenidos  se relacionan alternadamente con la vida de Micaela y  con la historia de Gardel,  a este último lo escuchamos cansado ya de su vida de fama, de sus continuos viajes.  Sin embargo,  Micaela tiene su empeño completo en aprender, convertirse en una doctora y salir de su mundo, de su barrio en el que la gente se moría  ”sin haber salido de él; se moría de hambre y de lombrices. Yo quería irme lejos, a ciudades llenas de autos, de ciencia, de ruido y velocidad.” El deseo de huir de ella y de regresar de él los une y los separa a la vez en ese encuentro mágico que les arrastra guiados por la fuerza del destino.

Al igual que en sus novelas anteriores, Santos-Febres crea personajes con una gran humanidad, llenos de contradicciones a los que les impulsa también un dolor milenario que les conduce por caminos a veces inexplicables. El relato atrapa al lector desde sus primeras líneas: "Mi nombre es Micaela Thorné y soy una mujer que recuerda. Antes fui muchas cosas."  A partir de esas dos primeras oraciones, el lector quiere conocer todos y cada uno de los recuerdos de esta mujer que fue muchas cosas además de la amante de Gardel porque la novela  engancha y  hechiza  desde el comienzo y es casi imposible soltarla hasta el final.

Mayra Santos-Febres con su prosa poética, vital, fresca, intensa, dulce y amarga al mismo tiempo nos irá desvelando poco a poco todos y cada uno de los recuerdos de Micaela, quien finaliza su relato con una confesión ontológica en forma de pregunta: " ¿Ahora que estamos liberadas del cuerpo, no es soledad el nombre de nuestro viaje?" Los invito a que acompañen a Micaela a través de su viaje en una novela que nos acerca a la esencia y la magia del ser humano.