La crisis de las Ideas: hagamos un contrato y un juramento

Voces Emergentes

El ideario político se desploma, cierto es. Pero no seamos ilusos. Se derrumba en todos los sectores ideológicos.

Que los que promueven la unión permanente vía el territorio no incorporado y anexionistas intenten recomponer sus ideas, parece que hacen intentos. La columna de José Alfredo Hernández Mayoral en días reciente, lo refleja.

Los estadistas han pretendido rescatar la nueva moral de nuestra era anticolonial y hacen pininos de "dont' push it" a la Pedro Rosselló en el 1999. "Si no nos tratan con igualdad buscamos la independencia", a la Pedro Pierluisi en el 2015. Su discurso es de derechos civiles en busca de igualdad ciudadana.

Pues como dice la canción "hagamos un contrato". Promovamos una ley habilitadora que en síntesis diga. Pactemos un acuerdo, un contrato público acompañado de un juramento a ser firmado por los candidatos a delegados de todos los sectores ideológicos para convocar una Asamblea de Status. Si son 70 los delegados electos, por decir una cifra, quien obtenga mayoría en la primera reunión sobre las alternativas de Status, todos los delegados, como una sola voz iremos a defender esa fórmula, pero por un término de caducidad de 5 años.

Anticipo que esa primera votación la van a ganar los estadistas. Y quien sea delegado, y yo me incluyo si aspiro, y me interesaría participar aunque fuera mi último proyecto existencial, iríamos a defender esa fórmula a brazo partido ante la metrópolis, Pero si a los 5 años Washington niega la estadidad, nos reunimos los delegados y votamos por una fórmula descolonizadora digna, soberana, aceptable ante el derecho internacional. Los estadistas no deben negarse porque creen que conseguirán la estadidad y deben tener vergüenza suficiente para acabar con una relación colonial que dura ya 117 años.

Yo me juego esa partida porque apuesto a mi nación y a la actitud racista y supremacista que prevalece en ésta etapa histórica en la metrópolis de que negaran tal solicitud. Pero sobre todo, porque hace falta jamaqueones colectivos que desvanezcan las ilusiones del 96% de la población. Ya comienza el proceso de desvanecerse las quimeras ante la etapa de abandono del territorio. Las bofetadas que han negado la enmienda a la Sección 9 del Código de Quiebras, la negativa al rescate de la deuda que es de su primordial responsabilidad como potencia controladora del territorio, la que decretó la inconstitucionalidad de la ley de quiebras criolla, -y las que están por venir del grupo de opiniones pendientes a emitirse por el Tribunal Supremo Federal- son golpes a las ilusiones de que los poderes de autonomía son posibles dentro de la cláusula territorial según planteaba Hernández Colón para que García Padilla rompiera el compromiso programático de su partido de convocar una Asamblea Constitucional de Status.

Si los autonomistas plantean foros regionales para discutir sus ideas. ¿Qué nos pasa compatriotas, porqué los independentistas y soberanistas libre asociacionistas no podemos nosotros hacer un examen autocrítico, humilde y profundo de nuestros errores y aciertos?

Pero debe ser un proceso abierto, sin el control exclusivo del liderato patriótico actual, y a quien no puedo atribuir que nos mantiene con un 4% de las preferencias del electorado, porque el problema es de todos. Deben participar por supuesto. Pero la composición de los deponentes y estructura del proceso debe ser preferiblemente organizada desde las bases, por círculos municipales, reunidos en marquesinas o locales, por grupos de vecinos de calles o centros de trabajo, de libre pensadores o grupos políticos nuevos locales actualmente organizados.

Cuyas reuniones para organizar los foros si posible sean públicas a través de las redes sociales o al menos grabadas y transcritas. Así como los foros que se organicen. 

Si los partidos o grupos patrióticos tradicionales desean hacer foros públicos imbuidos con actitud renovadora, bienvenidos, que los hagan. Hace falta. 

Sugiero que en los foros se contesten entre otras las siguientes preguntas: 

  1. Pregunta que debe presidir todo el proceso: ¿Cuáles han sido nuestros errores?
  2. ¿A qué se debe que el independentismo tenga hoy un 4% de respaldo electoral, si en los años 30 era mayoría y en los 50 era el 25% del electorado?
  3. ¿A qué se debió el derrumbe de las organizaciones y el movimiento de masas de los años 70?
  4. ¿Cuáles son las características dominantes de la formación concreta de la nación y archipiélago puertorriqueño, sobre las cuales deben fundarse las estrategias, las tácticas y un programa nacional?
  5. ¿Cómo unificamos políticamente la nación que reside en la isla y en la diáspora?
  6. ¿Cómo abordamos la ciudadanía americana y la puertorriqueña?

Lanzo mis ideas al torbellino que nos arrastra. Espero que no se pierdan en la hojarasca de las redes sociales y que almas nobles por lo menos las lean.