(San Juan, 2:00pm) Si cierto es que Santurce en los últimos años ha cogido un auge, cierto es que pasó por una fase de desamparo. Antes de la Ciudadela, antes de Libros AC, antes de lugares como Abracadabra abrieran sus puertas, Santurce atravesaba una época donde los locales vacíos eran la orden día. Muchos se mudaron del área, algunos se quedaron y nuevos migrantes, principalmente dominicanos, llegaron a Santurce.
Los salones de belleza fueron unos de los negocios que prevalecieron aún con la adversidad que estaba enfrentando la zona de Santurce. Fueron pensados para los mismos residentes. Las mujeres dominicanas emprendedoras de estos negocios dieron la cara y, aunque quizás ellas no lo vean de esta forma, ayudaron a rescatar a Santurce. Las grandes heroínas del rescate de Santurce, lo han sido las mujeres dominicanas que se dedican al cuido del cabello.
Uno de estos salones de belleza lo es Bryanis. El mismo lleva ya unos 19 años operando. La dueña, Lucía Santiago, nos cuenta cómo terminó abriendo su salón de belleza: “Yo primero tenía una amiga estilista, que me enseñó lo básico y así empecé a atender personas en mi casa. Después, empecé a coger unos cursos y ahí decidí abrir mi negocio con unos ahorros que tenía”.
Otra estilista que lleva mucho tiempo trabajando en el área lo es Nuris Núñez. Trabajó en Bryanis por unos 15 años antes de decidir abrir su propio salón. Su salón lleva operando apenas unos 5 meses y gracias a la clientela que había creado en Bryanis, pudo darle continuidad a su clientela. Nuris Núñez está muy feliz con su nuevo negocio y que todo va bien por lo que lleva.
Estas dos mujeres, muy humildes y carismáticas, son parte del testamento de un Santurce vivo y diverso. Los salones de belleza son parte esencial de las industrias de servicios que caracterizan a la zona y que le dan su toque armonioso. Así que la próxima vez que estén en necesidad de un arreglo o un retoque en el cabello, no dude en pasar por Santurce. Estas mujeres son excelentes y les aseguro que no solo saldrá más bella, sino que también saldrá con una sonrisa en el rostro de la buena compañía que ellas nos comparten. Son ambas, un digno homenaje a la mujer dominicana y empresarias.
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