(San Juan, 5:00 p.m.) En una asamblea digna de una cultura y práctica democrática, el estudiantado del primer centro docente del país, la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, declaró un paro de 72 horas. Las razones por las cuales se convocó a esta asamblea general, son múltiples, entre otras, la precaria situación económica por la cual atraviesa la Universidad. No obstante, y según fue evolucionando la asamblea, y más estudiantes integrándose a la misma, los temas y asuntos a discutirse también fueron modificándose.
Según fue evolucionando la asamblea, y una vez llenado el teatro, y 12 anfiteatros del recinto donde se transmitió en vivo la asamblea, los asuntos fueron evolucionando. Temas tan diversos como exigirle al Departamento de Hacienda cumplir con el pago de las remesas a la UPR, así como reducir en un 25 por ciento el costo de los contratos de servicios profesionales, como también la renuncia del presidente de la Universidad de Puerto Rico, Urayoan Walker y del rector del recinto, Carlos Severino. Luego la asamblea continuó deliberando y pidiendo sobre asuntos tales como las leyes 20 y 22 de 2012, las cuales tiene un efecto sobre Puerto Rico y la calidad de vida del país.
Contrario a toda lógica, hay que celebrar a los estudiantes del primer centro docente del país, porque los mismos convocaron a una asamblea para discutir un asunto medular: la crisis fiscal de Puerto Rico. Ante esto, y de forma democrática los estudiantes exploraron múltiples soluciones a la crisis fiscal y la falta de cumplimiento del gobierno central para con la universidad. Lo interesante es que, y de forma correcta, los estudiantes señalaron al Departamento de Hacienda como responsable de los impagos a la universidad. Allí continuarán la protesta el viernes en la mañana, cuando se levante el paro en el recinto de Río Piedras y se haga una actividad frente a los portones del Departamento de Hacienda en San Juan.
Ante esto, es interesante cómo los estudiantes vincularon las leyes 20 y 22 de 2012, como parcialmente responsables de la crisis actual. Ante la presente situación, dichas leyes les permiten a personas en estatus de mil millonarios residentes en la isla, de gozar de grandes privilegios de exención contributiva, lo cual no ayuda en nada a la situación de la isla.
Ahora bien, lo que no nos queda muy claro es la solicitud de renuncia al presidente de la Universidad Urayoan Walker, y al Rector del Recinto, Carlos Severino. No nos queda claro, pues el presidente del Consejo General de Estudiantes, Guillermo Guasp, alegó que esto se debe a los “casos de corrupción” que ha habido bajo la presente administración. Cuando se le preguntó cuáles, este simplemente dijo, el caso de las becas presidenciales. Es curioso, pues ese es un caso bajo investigación, y el mismo aún no ha dado ningún informe concluyente.
En fin, que la democracia es como es. Nos parece interesante lo que pasó en la universidad ayer. Ahora hay que ver qué es lo que pasa en los próximos días. Veremos.
Crédito foto: Rrodzmanz78, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/3.0/deed.en)