Dos policías en apuros o el cine dominicano asume nuevos retos

Cine caribe

altLa última apuesta del cine dominicano exhibida en Puerto Rico, Dos policías en apuros (Dir. Francis “el Indio” Disla, República Dominicana, 2016), versa sobre la historia de dos policías (Fausto Mata y Manolo Ozuna) quienes intentan desarticular a una banda de traficantes de dólares ilegales. Para esto se alían con un agente del FBI (Sebastián Rulli) y se enfrentan a un poderoso delincuente (Adrián Uribe).

Las películas dominicanas, todas, son una cadena de producción que película tras película se van uniendo para producir película de mejor calidad. Cada película en términos de adelantar algún renglón, logra establecer una nueva marca. En esta medida, a manera de ejemplo, Dos policías en apuros, es una oferta interesante en torno a la utilización de efectos especiales. Es sin lugar a dudas la película más compleja en la utilización de explosiones, objetos voladores, aviones quemándose, etc. En fin, una pequeña producción caribeña, que compite con producciones de Hollywood en cuanto a la utilización de efectos especiales.

La historia, según contada por los actores dominicanos, Fausto y Ozuna, quienes comparten con los actores de origen mexicano, Rulli y Uribe, se explica cómo comedia a veces, acción en otros momentos, y a veces un poco de drama. No obstante, la comedia no es el fuerte de la película. Aunque, se entrecruza la riza con mucha acción, que es realmente el fuerte de la película.

Como todo el cine dominicano, hay que ir a ver esta película. La misma como parte de sus retos, incorpora también otros artistas internacionales, en este caso el boricua Raúl Carbonell, hijo. Carbonell es el jefe policiaco de Rulli, y en esta película a diferencia de sus otras actuaciones en filmes dominicanos, aquí lo hace hablando en inglés en todo momento.  Como de costumbre, Raúl Carbonell, hijo, nos deleita con una buena actuación.

En fin, que hay que ir a ver esta película. Es buena, es entretenida, y pese a todo se sostiene bien a lo largo de la hora y aproximadamente 30 minutos que dura. Vamos a verla, a ritme de güícharo y tambora.