(San Juan, 1:00 p.m.) El proceso legislativo que corre el proyecto de ley 4900, de la Cámara de Representante del Congreso de los EE.UU. es, por decir lo mínimo, digno de ser analizado. Dicho proyecto, que busca establecer una Junta de Supervisión Fiscal para el gobierno de Puerto Rico, se encuentra hoy detenido. El mismo, inició su curso legislativo el pasado martes, y en menos de 48 horas, su votación fue pospuesta. La falta de consenso, se ha alegado, que es la que motiva la dilatación de votación ante los miembros del Comité de Recursos Naturales de la cámara.
Realmente hablando, el proyecto ha sido pospuesto, pues ante la propuesta del presidente del cuerpo legislativo, Paul Ryan, nadie, desde ningún partido político en el Congreso, o desde la mirada de las partes, interesadas, tiene hoy interés en apoyar el proyecto tal cual está.
Lo hemos reiterado en varias instancias de El Post Antillano, que al día de hoy, el proyecto es de forma solidaria rechazado por todas las partes concernidas. El gobierno de Puerto Rico lo rechaza por socavar poderes autonómicos del gobierno de la isla. La oposición política, a través del Partido Nuevo Progresista, con enmiendas lo endosaría. El Partido Independentista Puertorriqueño lo rechazo. Los candidatos independientes al puesto de gobernador y gobernadora de la isla, lo han rechazado. Los bonistas lo han rechazado. En fin, que el pueblo de a pie, también lo ha rechazado.
Pero el rechazo también debe de incluir la postura de los dos grandes partidos políticos de los EE.UU., el Partido Republicano y el Partido Demócrata, quienes también lo han rechazado. Esto quiere decir que hoy nadie apoya ese proyecto, y realmente hablando, ¿por qué seguimos insistiendo?
Nos parece que el problema del proyecto de ley 4900 es que el mismo irradia sobre un asunto medular: el colonialismo. Ante esto, todos y todas que participan de esta conversación hoy, intentan darle la vuelta al asunto, sin lograr resolver la cuestión colonial. Esto es lo que imposibilita soluciones y sobre todo mantiene a todos y todas en la posición de no negociar. Resolver la cuestión colonial, se hace hoy medular ante la crisis económica. Pensemos.
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