Justicia: 62 personas tienen más riqueza que 3.6 billones

Economia Solidaria

Un informe de OXFAM fechado el 18 de enero del 2016 indica que la riqueza de las 62 personas más acaudaladas del mundo equivale a la riqueza poseída por 3.6 billones de personas. El mismo informe señala que la riqueza de esos millonarios, o billonarios, aumentó un 44% en los últimos 6 años. Esto significa que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres mientras se profundiza la crisis económica del capitalismo.

Al tiempo en que la riqueza de los más acaudalados aumentó un 44% la pobreza de los más pobres aumentó, en términos negativos, un 41%. Esto indica claramente que se trata de una trasferencia de riqueza de las manos de los más pobres a las manos de los más ricos.

El mismo caso se ha señalado en la crisis de Puerto Rico. Una política de pago de la deuda promovería una transferencia de dinero de los sectores más pobres, la clase trabajadora, a las manos de los más ricos que son quienes han manipulado el sistema para que la Isla caiga en esta situación de endeudamiento. Como he indicado anteriormente esa deuda fue contraída para beneficiar a las empresas 936, grandes farmacéuticas y empresas industriales, que se beneficiaron de un sistema donde no pagaban impuestos, pero recibían grandes dádivas por parte del estado por medio de la infraestructura que se les construyó para que pudieran aumentar el valor de sus inversiones. Ahora esas empresas se fueron de la Isla y dejaron esa infraestructura que nosotros tenemos que mantener, y dejaron la deuda que no ayudaron a pagar, dejando a los trabajadores sin futuro real.

La huida de las 936 se acompaña de un sistema financiero que sobrevive empujando préstamos a quienes no pueden pagarlos para así dejarlos sin capital. Al descapitalizar a los más vulnerables se les convierte en esclavos del sistema. Eso es exactamente lo que ocurrió con la crisis del 2008 donde los bancos prestaron a sectores que sabían no podían pagar con el fin de descapitalizar a esos mismos sectores. Algunos analistas prefieren creer que el sistema actuó sin ver los efectos de sus actos, aunque hay también otra lectura posible. Es posible comprender que el sistema hizo lo que hizo con el objetivo de que ocurriera lo que ocurrió. Si descapitalizamos a la clase media podemos disponer de ella más fácilmente. Luego se inventaron artilugios financieros como las hipotecas reverse con el fin de expropiar a largo plazo a las clases trabajadoras y así poder disponer de mano de obra barata con los descendientes de esas clases medias que fueron descapitalizadas.

¿Qué manera más efectiva se podrían haber ideado que un sistema de endeudamiento crónico, donde no había alternativas, que se construye sobre el mito de

que las deudas se tienen que pagar? ¿Qué sistema de esclavitud más efectivo existe que aquél que hace que el esclavo asuma que su situación es su culpa y por lo tanto la solución sólo está “dentro de él”? Por eso es que el discurso colonial clásico de que esto es culpa de nosotros, de que nosotros nos endeudamos y tenemos que pagar, que es un fracaso de nosotros, para mí no es aceptable. Yo no me trago el cuento de que los 62 individuos que le han robado la riqueza a la mitad de la humanidad son inocentes trabajadores más esforzados que los demás. Yo no me trago el cuento de que las deudas hay que pagarlas y mucho menos sin hacer distinciones sobre qué deudas, para quienes fueron y qué se hizo con ese dinero.

No hay riqueza que no sea fruto del robo. Esa es la historia desde los inicios del sistema capitalista. Si usted no lo cree o es iluso o no ha estudiado. Sólo hay que mirar la riqueza europea y ver que es de América Latina de donde la obtuvieron, y no fue trabajando. Se la robaron. El teólogo Luis Rivera Pagán en su ensayo “Debates teológicos sobre la servidumbre indígena en la conquista española del Caribe”, publicado en 1989, indica que cuando se prohibió la esclavitud de los indígenas se hicieron varias reservas sobre a quienes sí se les podía esclavizar. Analizando ese hecho el autor concluye que el criterio de aplicación de la esclavitud era fundamentalmente económico. Si los indígenas vivían en una isla que tenía características que interesaban económicamente al poder colonial los indígenas era repartidos, pero no esclavizados. Si los indígenas era de una isla que no tenía valor económico eran esclavizados, declarados antropófagos, y enviados a otras islas donde el sistema esclavista estaba en funciones. Es decir, el futuro de cada indígena dependía del interés económico del imperio sobre su lugar de origen.

Según Luis Rivera Pagán el sistema que se estableció era un sistema legal perfecto, citando a Enrique Dussel, porque se trataba de un sistema que se había ideado con el objetivo de someter a los indígenas, de todas maneras, a ser mano de obra para el desarrollo del capitalismo europeo, pero con la legitimidad de la ley. Obviamente ese sistema se construyó sobre un elemento discursivo que lo legitimaba y lo convertía en una visión hegemónica de la realidad. Es por ello que la teología sirvió como base del mismo ya que la justificación teológica permitía legitimar la esclavitud con las menores resistencias posibles.

La opulencia de los 62 que son más ricos que el resto de la mitad del mundo sólo nos dice que el sistema de explotación sigue vigente. Así como se esclavizó a los indígenas en el Caribe con un sistema de legitimación teológica ahora se sigue haciendo con un nuevo sistema de legitimación. Hoy no se cita la biblia para legalizar la esclavitud, pero se cita la moral para impulsar un sentimiento de vergüenza que hace a los trabajadores esclavos. Se repiten mensajes sobre autoayuda, se repite el mantra de que lo que eres es lo que tú hiciste de ti mismo y que nadie tiene la culpa. Se repite el mensaje de que si has fracasado es porque no te esforzaste lo suficiente. Hasta se dice constantemente que el éxito está a la vuelta de la esquina si como un maldito ratón sabes dónde buscar tu queso. Los mensajes son la legitimación de un sistema de explotación

idéntico al utilizado por Europa al inicio del capitalismo.

Así como se esclavizó a los indígenas diciendo que era voluntad de Dios o que era parte del sistema legal, así se esclaviza al trabajador por medio de la vergüenza que le hace creer que su situación es fruto de su vagancia o falta de destrezas. Así les funciona bien el sistema a las oligarquías que desde su opulencia miran al resto y les incitan a esforzarse más porque al fin y al cabo “When you wish upon a star/ Makes no difference who you are/ Anything your heart desires/ Will come to you”, ideología pura. Maldito seas Disney.