Ante la crisis económica, ¿no será el momento para una declaración unilateral del pueblo?

Economia Solidaria

(San Juan, 1:00 p.m.) Puerto Rico atraviesa un interesante momento de asumir una mirada soberana ante la crisis. Ante lo incierto de la posición que asuma el Congreso de los EE.UU. en torno al proyecto de ley 4900, el gobierno de Puerto Rico y a su vez el pueblo de la isla, se ha quedado sin opciones reales para enfrentar la crisis económica. Ante esto, todo indica que se avecina un impago para el próximo 1 de mayo de $420 millones de dólares. ¿La pregunta es qué hacemos?

Si fuéramos justos, deberíamos aceptar que el gobierno de Puerto Rico, liderado por Alejandro García Padilla, ha hecho lo máximo por enfrentar la presente coyuntura de formas y maneras que han sido, por decir lo mínimo, creativas. A veces hemos coincidido con las gestiones que ha hecho dicho gobierno, y a veces las hemos cuestionado.

Pero desde la perspectiva de los sectores de izquierda y/o independentistas, varias propuestas presentadas por estos grupos han sido hoy adoptadas por el gobierno. Entre otras, la comisión para evaluar la deuda, y en particular el origen de la deuda y como se utilizaron los fondos recibidos. Por otro lado, también está la Ley de Moratoria, la cual es consistente con muchos sectores de la izquierda que plantearon no pagar la deuda, honrar las necesidades del pueblo, y diferir el pago del principal adeudado a los bonistas.

Pero, ¿es lo anterior suficiente? Todo indica que no. Que la coyuntura histórica es mucho más compleja de lo que pensamos. Por esta razón, hay que pensar en otras soluciones podríamos adoptar para seguir peleando la crisis, cumplir como pueblo con nuestras necesidades, y enfrentarnos al gobierno de Washington como corresponde: desde el respeto a nuestra dignidad.

Nos parece que hay llegado el momento de emitir una declaración unilateral desde la soberanía del pueblo. El contenido de la misma, puede representar varias posibilidades: una de ellas, la independencia; otra, un referéndum para modificar nuestra constitución, y garantizar que el pueblo cobra antes que los bonistas; pero otra podría ser para resolver de una vez por todas el estatus colonial de la isla, a través del mecanismo comúnmente aceptado de una asamblea constitucional de estatus.

Sea lo que sea, tenemos que seguir pensando en soluciones que nos correspondan a nosotros, los boricuas. Pensemos.

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