(San Juan, 11:00 a.m.) Es urgente que para reestructurar la economía de Puerto Rico tengamos un plan alternativo que nos permita recuperarnos de la crisis que la deuda y el mal manejo de fondos públicos nos ha impuesto, junto a la imposición desde principios de siglo XX de las leyes de cabotaje que tanto encarecen los alimentos y todo lo que entra al País. El plan no puede consistir en cobrar la deuda como quieren hacer los que favorecen la devastadora Junta Fiscal Federal a cuenta del empobrecimiento y el sufrimiento de miles de puertorriqueños, particularmente los más necesitados como los ancianos y los niños y jóvenes de necesidades especiales. Ya se ve el resquebrajamiento de servicios como los de la salud, imprescindibles para el bienestar del pueblo.
No debe bastarnos de ningún modo el detener la imposición de la Junta. Nuestros economistas junto a cooperativistas, empresarios locales, sindicatos, ambientalistas, líderes de comunidades y otras organizaciones deben elaborar ese plan con rapidez.
Entre las posibles soluciones económicas se encuentra el desarrollar un turismo ecológico como lo ha hecho Costa Rica. Nuestros atractivos naturales e históricos serían una buena fuente de ingresos, al igual que nuestras artes y nuestra música. Otro tipo de turismo que podemos impulsar es el turismo médico, el cual se practica también en Cuba. Recordemos que contamos con una prestigiosa Escuela de Medicina. Recientemente, se realizó en Puerto Rico la primera operación de epilepsia, así como se encontró la manera de no transmitir el virus del sida al bebé que está en el vientre de una madre que padezca de esta enfermedad.
Otra fuente indispensable de trabajo debe de serlo la agricultura. Para esos efectos hay que identificar todas las tierras fértiles y laborables de que disponemos y la legislatura de Puerto Rico debe protegerlas legalmente. Estas tierras no pueden estar a la venta de los buitres que vendrían a especular con nuestros terrenos. La lucha por la tierra debe ser una de los más importantes móviles de aquellos que queremos regenerar a Puerto Rico.
También debemos de exigir que las empresas extranjeras paguen un arbitrio razonable para ellas, ya que la exención de impuestos no les compromete con el país. Los sectores de empresas dedicadas a la tecnología y la creación de fármacos tienen un incentivo en la existencia de personal altamente especializado que se gradúa de nuestras universidades. El dinero recaudado puede servir para ayudar a sostener nuestros sistemas de salud y de educación. Tal vez así pueda crearse un plan universal de salud.
Son muchas las alternativas que tenemos y que podemos materializar con la ayuda de nuestro personal más preparado. Con mano férrea contra la Junta y las leyes de cabotaje y con mano laboriosa y firme en la implantación de un plan económico sostenible podremos traer estabilidad y esperanza a nuestro pueblo.
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