Bernie Sanders y el proyecto económico colonial: ¡migajas!

Economia Solidaria

(1:00 p.m.) Migajas. Ese es el proyecto que los pre-candidatos a la presidencia de los EE.UU., tanto del Partido Demócrata como del Partido Republicano, tienen para Puerto Rico. Nos ofrecen migajas. Pero eso no sólo lo desastroso de sus ofrecimientos. Lo más desastroso es que a nosotros nos causa ilusión, y lo recibimos como si fueran bendiciones que nos caen del cielo.

En este contexto hay que entender el viaje y presencia en el día de ayer del senador por el estado de Vermont, Bernie Sanders; y durante el día de hoy, del esposo de la pre-candidata Hilary Clinton, Bill Clinton. Este se encuentra en la isla asistiéndola a ella, quien por alguna razón muy de peso no pudo venir a Puerto Rico.

Todos ellos, incluyendo a Donald Trump, pre-candidato por el Partido Republicano, hablan de lo mismo. Es la cartilla fonética del Departamento de Estado federal y del Pentágono. Para ellos, en Puerto Rico solo debe ocurrir lo que la población, mediante un referéndum simple, decida que quiere hacer. Ya sea la estadidad o la independencia. Para ellos, las opciones ya se han reducido. Para Sanders ayer, si hay todavía personas que apoyan al Estado Libre Asociado, pues entonces hay que respetar el dato. Pero realmente hablando, entre estos pre-candidatos, el estatus se define entre la independencia y la estadidad.

De igual forma, los tres pre-candidatos hablan de lo mismo: que hay que re-estructurar la deuda, para propósitos garantizar el bienestar del pueblo de Puerto Rico. Todos coinciden, incluyendo a Trump, que la Junta de Supervisión Fiscal, no puede abrogarse poderes constitucionales que el pueblo de Puerto Rico adquirió mediante los “acuerdos” de 1952 y la fundación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

Tal vez en lo único que Bernie Sanders se diferenció ayer en sus intervenciones en Puerto Rico, es en la retórica liberal-izquierda que utiliza al ofrecer ejemplos. Por un lado, en la Fundación Luis Muñoz Marín, ofreció legalizar la marihuana. Por otro lado, en la Escuela Juan Ponce de León, no logró entender la razón de las leyes de protección ambiental para Puerto Rico.

No obstante, a todo lo que el profesor Arturo Massol sugirió, Sanders dijo que sí. Pero en la Universidad de Puerto Rico, en el teatro, ante una sala llena a capacidad fundamentalmente de milenios (la última generación admitida a la universidad), solicitó proteger a Puerto Rico, por vía del ejecutivo, como la administración de George W. Bush y luego la de Barack Obama, protegieron a la banca. Dicho esto, los milenios a todo le dijeron que sí a Sanders, tanto en apoyar al gobierno de Puerto Rico, como en no pagarle a los fondos buitres, y en garantizarle igualdad a los ciudadanos de los EE.UU. que viven en la isla. En fin, Sanders no podía perder en la UPR.

En fin, que luego que uno ve a esos políticos en Puerto Rico, lo único que nos viene a la mente, es que nos están ofreciendo migajas. Puras migajas. Pensemos.