El veto/contraveto del B2B y la imagen nacional de un paraíso fiscal

Economia Solidaria

(San Juan, 12:00 p.m.) El gobernador Alejandro García Padilla vetó el viernes pasado, la propuesta legislación iniciada por el representante Rafael “Tatito” Hernández, la cual derogaba la ley de reforma contributiva que imponía el impuesto del valor añadido (IVA) a un 10.5 estatal (más el 1 por ciento municipal), y establecía un impuesto a los negocios y servicios del llamado B2B (por sus siglas en inglés business to business). Ayer lunes, la Cámara de Representantes, en consorcio político entre los dos únicos partidos allí representados, 47 de 51 legisladores votaron por revocar el veto el gobernador. Tanto el gobernador, como Hernández, así como la Cámara de representantes son representadas por el Partido Popular Democrático.

La acción tomada por los legisladores, es cuando menos arriesgada. Esto, pues es la tercera vez en la historia constitucional de Puerto Rico, que la legislatura inicia un proceso para ir en contra del veto del gobernador, lo cual es una prerrogativa constitucional de éste. Así las cosas, el jueves el proyecto pasa al Senado, donde nuevamente dos terceras partes de los legisladores, deben expresarse a favor de revocar al gobernador.

Lo interesante de la votación del día de ayer, fue la reacción del gobernador, quien tildó a los legisladores de irresponsables. En la pugna interna que se libra dentro del Partido Popular Democrático, en parte producto de que el gobernador ya no será candidato a la reelección, y donde el candidato aspirante, David Bernier, aún no ejerce liderado de fuerza, los legisladores literalmente hablando hacen lo que los presidentes de ambos cuerpos, cámara y senado, sugieren. Ante esto, y para dicho partido político, los tiempos son de mucha confusión.

Ahora bien, nadie nos ha explicado en qué nos afecta el llamado impuesto del B2B. Lo que sí sabemos es que los legisladores, tanto de mayoría como de minoría en la cámara, alegan que esto afectaba a los pequeños comerciantes. Estos en la actualidad pagan por el B2B un impuesto del 4 por ciento sin derecho a créditos contributivos. Con el nuevo impuesto propuesto, tendrían derecho a un crédito contributivo. Lo que todo indica se benefician, son los grandes intereses, farmacéuticas, tiendas multinacionales, entre otros, cuyos negocios de transferencias internas de productos y servicios, se ven excluidas de imponerse el contraveto legislativo.

Ahora bien, lo que es muy curioso de la conversación, que tanto los sectores organizados del capital en Puerto Rico, así como organizaciones de dudosa imparcialidad que promueven cero impuestos para la isla, todos invocan que otro impuesto adicional habría de empañecer la imagen de Puerto Rico como un destino internacional de inversión. Es curioso, pues luego de cerca de ocho años con el proyecto de Alianzas Público Privadas (APP) aún no se han establecido más de dos corporaciones de este tipo. Por otro lado, la falta de crecimiento de la economía de Puerto Rico se ve ligada a la falta de inversión de los sectores privados tanto los nacionales como las personas que, al amparo de otras leyes de incentivos, se han ubicado en la isla. Puerto Rico, se va convirtiendo lentamente en un paraíso fiscal a beneficio de toda persona. No obstante, y ante la crisis financiera, ¿por qué pedirle dinero a Washington para el rescate económico de un paraíso fiscal?

Ante esto, realmente hablando, ¿los países, tienen alguna imagen que defender? No nos parece. Los países, los estados nacionales o coloniales, son enclaves de producción. Non un concurso de belleza. Pensemos.