El Canal de Panamá fue construĺdo por EE.UU., según lo impuesto a la nueva república por la Convención Ístmica del Canal de 1903. El tratado cedía “a perpetuidad” 5 millas a cada lado del Canal a Estados Unidos. La construcción del canal tomó diez años desde 1904 hasta el 1914 y fue terminada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de ese país.
Desde la construcción del Canal de Panamá, por los militares, y el grupo de “Marines” estadounidenses que allí se destacó, se militarizó el proyecto del Canal. Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos estableció allí gigantescas bases militares. En el año 1943, se creó el Comando Sur, con el fin de poner bajo una sola autoridad, las distintas ramas de las Fuerzas Armadas.
Después de varias décadas de construido, Estados Unidos reconoció que el Canal, tenía que ser ampliado porque los barcos de guerra que se estaban construyendo, no cabían por sus exclusas. En el año de 1939, Estados Unidos comenzó un intento fallido de ampliación del Canal. El proyecto de ampliación tuvo que suspenderse para dedicar esos recursos a la guerra que ya se aproximaba. Durante el resto del Siglo XX, Estados Unidos no hizo gestión para ampliar el canal.
Desde su construcción, algunos líderes y el pueblo de Panamá, reclamaban que éste fuera revertido y administrado por el gobierno de Panamá. Como recompensa por el uso del canal, Estados Unidos pagaba una reducida cantidad de dinero al gobierno de Panamá. Esta cantidad fue aumentada en virtud de las enmiendas realizadas al tratado Hay-Bunau Varilla, pero seguía siendo minúscula.
En los años 1958 y 1964 se celebraron en Panamá, sendas protestas contra Estados Unidos y su administración del Canal. La primera consistió en la siembra de banderas de Panamá, frente al edificio de la administración del Canal. La segunda se convirtió en un violento encuentro entre los estudiantes del Instituto Nacional y el pueblo de Panamá, contra los militares estadounidenses de la Zona del Canal. Este incidente marcó el comienzo de las negociaciones para revertir el Canal de Panamá que culminaron con los tratados Torrijos-Carter de 1977. De acuerdo a estos tratados, Estados Unidos revertiría el Canal a Panamá, eliminaría la “Zona del Canal” y haría una completa desmilitarización de la antigua Zona del Canal, la que fue abolida en 1979.
Cuando Panamá comenzó a administrar el Canal, aumentó los precios de los peajes en varias ocasiones. Este hecho convirtió el Canal, en uno de las principales recursos monetarios de la nación. Posteriormente (2006) se celebró un referéndum en la república, para que el pueblo autorizara la ampliación del Canal. A pesar de la oposición de muchos intelectuales y de personas de alto reconocimiento en el país, se autorizó dicha ampliación. La licitación ganadora fue la del grupo GUPC, (Grupo Unidos Por el Canal) por un total de $5,200 millones. GUPC, no pudo concluir la fecha para la entrega de la ampliación en la fecha convenida de 2014. El 15 de agosto de ese mismo año se cumplían Cien años del comienzo de las operaciones del canal. A la ceremonia oficial celebrada por la Autoridad del Canal de Panamá, sόlo fueron invitados los miembros de la oligarquía panameña, los oficiales de las principales líneas marítimas que utilizan el canal, y un puñado de trabajadores de la ACP, para cubrir las apariencias. Por supuesto el nombre del general Omar Torrijos, el hombre que hizo posible la reversión del Canal, no fue mencionado.
La nueva ampliación del Canal de Panamá, con su correspondiente tercer juego de esclusas, se inaugurará el 27 de junio de este año. Para la organización de esta actividad, el gobierno ha destinado uno 3 millones de dólares. A la misma han sido invitados 70 jefes de estado y de gobierno, además de figuras importantes de la industria marítima internacional. Al pueblo se le han repartido miles de boletos y esta vez se dispondrá de grandes pantallas para que los mismos puedan ver las actividades.
El resultado de todo este desenfreno publicitario es que los trabajadores de Panamá quedarán excluidos de recibir las grandes ganancias que genere la operación de esta ampliación. La oligarquía continuará su apropiación de estas millonarias ganancias y como ocurre en Panamá: los ricos se harán más rico mientras que los pobres se harán más pobres. De esta manera se ampliará más la desigualdad social y económica que existe en Panamá.