Hoy publica Rafael Cox Alomar un ensayo en la prensa comercial y elabora una crítica enérgica a la propuesta de la Junta de Gobierno del PPD y su candidato a gobernador Dr. David Bernier al plebiscito, estadidad sí o no luego de las elecciones de noviembre. Y concuerdo con Cox Alomar. Los plebiscitos han sido éxtasis colonial de un día en nuestra historia política. Y al cabo de la euforia de su duración hasta que se pone el sol, todo se inmoviliza y queda igual.
El colonialismo es un vicio. Es una droga ideológica. El 4 de marzo 2016 escribí un ensayo que titulé inicialmente Consejos para David Bernier, que se publicó en 80 Grados con otra enseña y que vuelvo a citar. Instaba a Bernier a abandonar la línea inmobilista de esperar por las dos Decisiones del Tribunal Supremo Federal y que rescatara la promesa traicionada por su partido de la Asamblea Constitucional de Estatus.
Comenté que si no rectificaba estaba cavando la tumba de su cadalso político. No rectificó. La respuesta del liderato del Partido Popular ha sido seguir en el vicio. Contaminar con el vicio del colonialismo todo lo que toca. Abandonaron la Asamblea Constitucional de Estatus. Se infiltró el Don mayor Cuchín en la Asamblea en oposición a la Junta. Y pretenderán que incautos los sigan en las elecciones de noviembre para que presten su voto mediante pivazos sin compromisos previos formales de descolonización. La era requiere otros rumbos. Un gran junte anticolonial. Juntes anticoloniales contra la Junta y el colonialismo.
Necesitamos un pueblo unido, solvente y sano. Solvente extirpando de los estados nacionales la deuda odiosa responsabilidad del imperio. Unidos como nación confiriendo el voto en la isla a nuestros hermanos de la diáspora y con el arma de la asamblea constitucional de estatus para negociar con fuerza y vigor frente al minotauro norteamericano. Sanos: luchando contra los vicios, reglamentando con la medicación gratuita todas las drogas adictivas y el registro de adictos. Y extirpando el vicio mayor que nos quiebra, desune y endroga: El COLONIALISMO. Que no es panacea de todo la independencia, cierto es. Que es necesario diseñar y construir todos los aspectos de una vida mejor, como se esculpe la vida siempre, pero la plena libertad nos dará el espacio y respiro para tallarla a nuestro ritmo y gusto.
Vuelvo a compartir mi ensayo.
El derecho al voto de la diáspora, la deuda pública y la Asamblea Constitucional de Estatus. Revista 80 Grados. 4 de marzo 2016.
http://www.80grados.net/reflexiones-sobre-el-derecho-al-voto-de-la-diaspora-la-deuda-publica-y-la-asamblea-constitucional-de-estatus/