Al no encontrar una solución a sus problemas bancarios muchos optan por emigrar a lugares donde quizás puedan ver la luz. Debido a esto la economía de Puerto Rico se ha visto afectada grandemente ya que cerca del 9% de la población a emigrado en los últimos 10 años. Y desgraciadamente, los profesionales de la salud no son la excepción con una merma poblacional de cerca del 36%.
(San Juan, 4:00 p.m.) Debido a la crisis fiscal que presenta el país muchos puertorriqueños se han visto en la necesidad de hacer préstamos con intereses absurdos; como lo son los de las casas de empeño. Aunque están claros los términos en los contratos el hecho de no necesitar una verificación de crédito les nubla el juicio a muchos y terminan empeñando, incluso, vienes necesarios como los automóviles.
Mucho se debe a la situación actual del país: aumentos increíbles en el costo de la electricidad, equipos médicos, gastos operacionales; a esta crisis laboral le añadimos la baja compensación de las compañías de seguros. Y con 120 millones menos aprobados por los Centros de Servicios Medicare y Medicaid para fijar los reembolsos a proveedores en Puerto Rico basado en el costo del alquiler de sus oficinas, tanto los pacientes como los médicos se han visto grandemente afectados.
Pero, está claro que los profesionales de los otros campos también están brincando el charco en busca de la estabilidad económica. Si este éxodo continúa… perderemos hasta nuestra calidad de vida.